Porsche se disculpa por quitar estatua de Jesús de comercial de automóviles

Porsche, el fabricante de automóviles de lujo, se ha disculpado por eliminar una estatua de Jesús del fondo de uno de sus anuncios de automóviles. El anuncio, que celebraba el 60 aniversario de su clásico modelo 911, fue filmado en Lisboa, Portugal, donde la estatua de Cristo Rey es un monumento local. En el anuncio, un 911 rojo corre a lo largo de las orillas del río Tajo y el pedestal de la estatua se puede ver claramente en el fondo, pero la estatua en sí misma no está.

Estatua de Jesús quitada de anuncio de vehículos de porsche

La omisión llevó a los usuarios de X (anteriormente conocido como Twitter) a cuestionar por qué la estatua había desaparecido del anuncio. El usuario de X Alex B dijo “Oye, @Porsche, ¿por qué borraste la estatua de Jesucristo de tu video filmado en Lisboa?” adjuntando una captura de pantalla del video junto a una foto de la estatua. Los usuarios de X acusaron a la marca de automóviles de lujo de ser «woke» y anti-cristiana. Otro usuario comentó: “Parece que Porsche no quiere que los cristianos compren sus coches”.

Porsche publicó un mensaje pidiendo disculpas “por cualquier ofensa causada” en un comentario en su página de YouTube, aunque no ha dado ninguna explicación sobre por qué la estatua fue editada fuera en el video. El mensaje decía: “Un mensaje para nuestra comunidad: en una versión previamente subida del lanzamiento del 911 S/T, se eliminó un monumento. Esto fue un error y pedimos disculpas por cualquier ofensa causada. Sus comentarios sobre este video fueron apreciados”.

Este incidente generó un intenso debate en redes sociales, donde miles de usuarios comenzaron a compartir el video acompañado de comparaciones entre la grabación original y lo que debería verse en el horizonte de Lisboa. Para muchos, la estatua del Cristo Rey es un símbolo icónico no solo de la ciudad, sino también de la identidad cultural del país. Su ausencia en el anuncio fue interpretada por algunos como una censura innecesaria y sin justificación aparente, lo que elevó aún más la polémica.

Otros usuarios defendieron que, tratándose de un anuncio promocional, la omisión podría haberse producido por motivos técnicos o decisiones creativas del equipo de producción. Sin embargo, la falta de una explicación oficial concreta por parte de Porsche alimentó especulaciones y teorías en torno a la intención detrás de la edición. En un tiempo donde la representación y la sensibilidad cultural juegan un papel importante en la percepción del público, esto se volvió tema central del debate.

Cabe destacar que la Estatua de Cristo Rey es una de las estructuras más reconocidas de Portugal, inspirada en el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Cada año recibe a millones de turistas, y su presencia es una referencia visual habitual en fotografías, videos y producciones audiovisuales que muestran el paisaje de Lisboa. Por ello, muchos consideraron extraño que apareciera únicamente el pedestal sin la figura de Cristo.

Tras las críticas, el anuncio fue reemplazado por una versión donde la estatua aparece completa, lo que confirmó que Porsche tomó medidas para corregir el error. Varios medios internacionales también se hicieron eco de la noticia, lo que amplificó aún más la discusión global. Para numerosos cristianos, este tipo de situaciones refleja una tendencia creciente en el ámbito publicitario y mediático, donde símbolos religiosos son eliminados o minimizados sin una razón clara.

A pesar de la controversia, la disculpa pública de Porsche fue vista por algunos como un paso positivo, mostrando que la marca prestó atención a la reacción de su audiencia. Para otros, sigue siendo necesario que las grandes compañías comprendan la importancia de respetar los elementos culturales y religiosos presentes en los lugares donde graban sus campañas.

Lo ocurrido también invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tienen las marcas en la representación fiel de los espacios y monumentos históricos. En un mundo cada vez más conectado, pequeños detalles pueden generar grandes conversaciones, y este caso es un claro ejemplo de cómo un elemento aparentemente menor puede detonar una reacción global.

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