A veces el enemigo busca la forma de hacerte que dejes de adorar a Dios poniendo obstáculos delante de ti. Estos no dejarán que estés tranquilo hasta dejes de congregarte, y si antes ibas con una alabanza ante el trono, debido a estas dificultades ya no iras de esa misma forma ante Su Presencia.
En la vida suceden muchas cosas, pero no debes solo enfocarte en los inconvenientes. Alaba a Dios hasta en medio de tu prueba, porque en ese momento es que debes cantar para Él.
Recuerda que Aquel que permite que seas probado también te dará la victoria, por eso es que aunque sientas que tu vida está decayendo, no te olvides de la promesa de Dios para ti, recuerda que en medio de esa alabanza que cantes en el nombre del Señor hay poder. Así, que, cuando estás en esos peores momentos, ahí es cuando debes cantar para que todo lo que está causando que dejes de cantar para Dios tenga que irse en el nombre de Jesús.
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!Salmos 42:11
Dios es quien da la salida de todos los problemas, por eso, aunque se acabe todo lo que está a nuestro alrededor, no dejemos de cantar para Dios, porque todo lo que nos rodea fue hecho por Dios nuestro Padre y Rey, Alabemos su Santo Nombre.
Cuando veas que tu día empezó con dificultades, párate delante de esa dificultad y di lo grande que es Dios, y comienza a cantar para tu Dios, que nada te detenga, porque tus alabanzas serán recibidas por Dios que está en los cielos. Dios está mirando todo hasta en tu interior, Él mira que aunque tienes problemas cantas para Él, que no hay nada que te detiene porque tus alabanzas al Señor te ayudan a seguir adelante.
Adorar a Dios en los momentos difíciles es una muestra de verdadera fe. Muchos solo alaban cuando todo está bien, pero los verdaderos adoradores lo hacen aun cuando su corazón está dolido. Cuando alabas en medio de la prueba, estás declarando que tu confianza no depende de las circunstancias, sino del poder y la fidelidad de Dios. Es ahí donde la adoración se convierte en un arma poderosa contra la tristeza y el desánimo.
La Biblia nos enseña que Pablo y Silas, aun estando presos y con las manos encadenadas, levantaron cánticos a Dios. En ese momento, las cadenas fueron rotas y las puertas de la cárcel se abrieron. Este relato es un recordatorio de que cuando cantas en medio del dolor, algo se rompe en el mundo espiritual, y el poder de Dios se manifiesta a tu favor.
No dejes que los obstáculos apaguen tu alabanza. Si el enemigo intenta silenciarte, responde con más cánticos, con más oración y con más fe. Cuando decides cantar, el cielo se abre y el Señor te da nuevas fuerzas. Las alabanzas sinceras mueven el corazón de Dios y traen consuelo a tu alma cansada.
Si hoy estás pasando por un momento de angustia, recuerda que Dios no se ha olvidado de ti. Él escucha cada palabra, cada canto y cada lágrima que sale de un corazón sincero. Alaba a Dios porque Él sigue obrando, aunque no lo veas todavía. Sus planes son perfectos, y en su tiempo te mostrará la victoria que ya preparó para ti.
Por eso, sigue adelante. No dejes de congregarte, no dejes de cantar, no dejes de adorar. Que cada prueba se convierta en un motivo más para levantar tus manos al cielo y decir: “Dios, Tú eres mi esperanza, mi refugio y mi fortaleza”. Porque el que confía en el Señor nunca será avergonzado, y quien alaba en medio de la tormenta verá cómo la gloria de Dios se manifiesta en su vida.