Oh, alma mía alaba al Dios Todopoderoso, menciona su nombre por todos los pueblos, habla de su gran amor, que mi alma exprese lo poderoso y glorioso que es mi Dios. Señor a Ti cantaré y a Ti alabaré mientras viva.
Con mis manos y mi vida te alabo bendito Señor, porque Tú has sido bueno para mí Señor, no hay nadie como Tú, seas bendito para siempre porque de pueblo en pueblo y naciones han recibido Tu respaldo, por eso sea tu nombre alabado.
Que mi alma te exalte desde lo más profundo, en donde quiera que me encuentre yo pueda levantar mis manos y alabar tu santo y bendito nombre que es sobre todo nombre.
Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.
Salmos 146:2
¿Quién fue que creó los cielos y la tierra?. Dios, pues a Él debo yo alabar para siempre, pero no solo debo alabarle por estas obras, sino por el sacrificio por cada uno de nosotros en la cruz del calvario.
Por eso debo yo darle honra y gloria, aplaudir y rendir alabanza por sus proezas, por eso es bueno habitar en Su presencia preciosa donde allí estaremos llenos de su paz y amor.
Él será para nosotros como una nube en medio del sol en el desierto y nosotros seremos los que estaremos cubiertos para no ser destruidos por el sol. Confiamos en cada una de las cosas Tú puedes hacer mi Dios, ayúdanos a no hacer las cosas por beneficios propios, sino hacerlo en honor a Ti sin esperar nada a cambio, más que darte la gloria por Tu gran amor y bondad hacia nosotros.
No te olvides que nuestro Dios debe recibir la mejor adoración desde lo más profundo del corazón, que a cada instante puedas decir, «qué bueno es alabarte mi Dios y cantar salmos a Ti», porque con tu alabanza a Dios, puedes derribar cualquier muralla que se presente en frente de ti.