Este artículo estará basado en el Salmo 99. Este salmo resalta la santidad de Dios, nos muestra cuán santo es Dios y por qué debemos adorar o dar alabanzas a nuestro Dios, y como hemos dicho en muchos artículos anteriores: «Hemos sido creados para adorar el nombre de Dios».
Posiblemente la pregunta más importante en toda la vida cristiana es: ¿Por qué damos alabanza a Dios? ¿Cuál es el motivo central de esa adoración que damos a nuestro Dios? Existe la posibilidad de que hayan personas que no adoren a Dios por el propósito correcto, que no adoran a Dios por lo que Él es realmente, sino por los beneficios que puedan recibir o simplemente porque están en un grupo religioso y se sienten felices con los congregados allí, pero, amados hermanos, alabar a Dios por lo que Él es es algo diferente y sublime que todo cristiano debe practicar en su vida diaria.
Exaltad a Jehová nuestro Dios,
Y postraos ante el estrado de sus pies;
El es santo.
Salmos 99:5
Mientras más comprendamos la santidad de Dios más adoración vamos a dar a Él por lo que Él es. Dios tiene muchos atributos, pero Biblia hace más énfasis en la santidad. Recordemos que el único atributo de Dios en que la Biblia usa un epíteto es en el atributo de la santidad, ejemplo, cuando dice: Santo, santo, santo, y lo hace porque realmente Dios es santo y por eso debemos alabarle porque Él es santo.
Charles Spurgeon dijo:
“La santidad es la armonía de todas las virtudes. El Señor no tiene un solo atributo, o en exceso, sino que todas las glorias están en Él como un todo; esta es la corona de su honor y el honor de su corona. El poder no es la joya de su elección, ni su soberanía, sino su santidad”.
De manera que, Dios es santo y debemos alabarle por lo que Él es, no por nuestros propios intereses humanos. Y sepamos que, mientras más conozcamos de su santidad, más le alabaremos de corazón.
