Oh, Señor nuestras vidas y nuestros corazones rendiremos delante de Ti, porque Tú eres grande y poderoso, mereces toda alabanza y adoración, por eso cada día me presentaré con cánticos nuevos delante de Tu presencia, no hay un Dios tan grande como Tú.
Él es nuestro Dios poderoso, Su poder y Su presencia siempre nos acompañan, nos sostienen cada día, Su poder y Su amor nos alegran cada día. Por Él vivimos y por Él estamos bendecidos. Seamos gratos delante de Dios y demos lo mejor a Él, porque Su amor para cada uno de nosotros es infinito. Alabemos Su nombre, cantemos al Dios de nuestras salvación, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Los ángeles y todos los que están en el cielo adoran a Dios por los siglos de los siglos, esto significa que nuestra adoración a Dios no debe ser de un momento o cuando le necesitamos, sino algo continuo. No importa donde nos encontremos ni quien esté delante de nosotros, solo miremos al dador de la vida y adoremos Su nombre. Él es Rey de reyes y Señor de señores.
Nuestro Príncipe de paz merece ser glorificado delante de todos aquellos que aun no le conocen, para que puedan también rendirse y reconocer el poder y la majestad que hay delante de Dios.
los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
Apocalipsis 4:10
Esta es la adoración celestial de la cual la Biblia nos habla, en este verso vemos como los 24 ancianos se postran delante de Dios y adoran Su nombre, los cuatro seres vivientes dan gloria al que vive y reina para siempre, y cada vez que ellos daban alabanzas habían relámpagos y truenos en aquel lugar. Dios sea glorificado para siempre.