En los últimos días salió a la luz una noticia que debería preocupar a todos los padres: Roblox acaba de banear y demandar a Schlep, un YouTuber con más de 640 mil suscriptores que asegura haber atrapado a seis depredadores en menos de un año dentro de esta popular plataforma.
La situación es alarmante no solo por lo que implica para el creador de contenido, sino por lo que revela acerca de las graves fallas de seguridad en Roblox, un juego en línea donde millones de niños pasan horas al día.
¿Qué pasó con Schlep y Roblox?
Roblox acusa a Schlep de violar sus términos de uso al simular conversaciones de riesgo, recopilar datos y dirigir a usuarios fuera de la plataforma. Según la compañía, estas acciones no solo rompieron las reglas, sino que pusieron en riesgo la privacidad de los jugadores.
Schlep, por su parte, defiende su trabajo asegurando que sus investigaciones tenían un propósito protector: demostrar cómo los depredadores pueden infiltrarse fácilmente en Roblox, aprovechar su sistema de chats y buscar víctimas entre menores de edad. Y aquí surge el verdadero problema: ¿qué es más preocupante? ¿Que un creador haya roto reglas en su intento de exponer peligros o que Roblox esté más ocupado en silenciarlo que en proteger a sus millones de usuarios menores de edad?
Un entorno que parece un juego… pero no lo es
Muchos padres piensan que Roblox es simplemente un “juego inocente” lleno de colores y personajes en bloques. La realidad es distinta: Roblox es una plataforma social donde cualquiera puede crear mundos, abrir chats y enviar invitaciones.
Ese nivel de libertad, sin un sistema de control robusto, se convierte en la puerta perfecta para quienes buscan manipular y engañar a los niños. Basta con mirar la cantidad de reportes de grooming, acoso y estafas digitales que circulan en foros y redes sociales.
El negocio por encima de la seguridad
Roblox es una empresa multimillonaria que genera ganancias gracias a la compra de su moneda virtual llamada Robux. Su prioridad es mantener a los jugadores enganchados, no necesariamente protegerlos.
El caso de Schlep lo deja claro: en lugar de tomar en serio las pruebas de depredadores en su plataforma, la compañía reaccionó demandando a quien las expuso. Si realmente existiera un interés genuino en la seguridad de los menores, el foco estaría en reforzar filtros, mejorar el sistema de reportes y colaborar con padres y comunidades.
¿Qué significa esto para los padres?
Que Roblox no es un espacio seguro para tus hijos. Aunque tenga configuraciones de control parental, estas son fáciles de evadir y dependen de un monitoreo constante. El hecho de que un YouTuber haya detectado a seis depredadores en menos de un año debería ser suficiente para prender todas las alarmas.
Los padres no deben confiar ciegamente en la idea de que “es solo un juego”. Internet está lleno de plataformas disfrazadas de inocentes, pero diseñadas de forma que exponen a los menores a riesgos sociales y psicológicos.
Entonces, ¿qué hacer?
No dejes que tus hijos jueguen Roblox sin supervisión. Si decides permitirlo, debes estar presente y revisar de forma activa lo que hacen.
Explica los riesgos. Enséñales que no deben compartir datos personales, aceptar invitaciones sospechosas ni hablar con desconocidos.
Considera alternativas más seguras. Existen videojuegos educativos y comunitarios mucho más confiables que no tienen la misma reputación de peligro.
Mantén un diálogo abierto. La mejor herramienta de protección no es un filtro, sino la confianza que permita a tus hijos contarte si algo los incomoda o asusta.
Conclusión
El caso de Roblox y Schlep es un aviso urgente para todos los padres. No podemos delegar la seguridad de nuestros hijos a una empresa cuyo principal interés es económico. Roblox puede presentarse como un espacio creativo, pero los riesgos superan por mucho los beneficios.
La verdadera pregunta no es si Roblox tiene potencial creativo, sino: ¿vale la pena exponer a un niño a un entorno donde la compañía parece más preocupada en demandar a quienes exponen peligros que en eliminar a los depredadores? La respuesta debería ser clara: no. Por eso, si realmente amas y cuidas a tus hijos, no dejes que jueguen Roblox.
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