Pastor «ordenado por el Señor» lanza criptomoneda de «transferencia de riqueza» para «beneficiar a creyentes» y ahora es investigado

Qué lamentable es ver cómo miembros del cuerpo de Cristo (Su Iglesia) se ven involucrados en actos que ponen en duda nuestra fe frente a los incrédulos. Con esto me refiero a que la excusa de muchos para no asistir a una iglesia local es que en la iglesia hay muchos hipócritas, y esto se basa en casos parecidos al del pastor Eligio Peter Regalado, quien junto a su esposa enfrenta 40 cargos penales en el condado de Colorado por la promoción de una criptomoneda creada bajo la manipulación de que fue «inspirada por una instrucción divina.»

Este tipo de escándalos provocan que la imagen de la iglesia se vea empañada ante los ojos de quienes aún no conocen el evangelio. No es la primera vez que líderes religiosos utilizan el nombre de Dios para justificar proyectos financieros dudosos, pero cada caso añade una nueva capa de desconfianza que afecta a todos los creyentes genuinos. Es importante recordar que Jesús habló claramente sobre los falsos maestros que vendrían en su nombre, y episodios como este deberían impulsarnos no a abandonar nuestra fe, sino a discernir mejor a quién escuchamos y qué doctrinas seguimos. La iglesia, como institución, sufre cuando uno de sus líderes cae, y es responsabilidad de todos aprender de estos errores para no repetirlos.

¿Qué es INDXcoin?

La moneda lleva como nombre «INDXcoin». Se ha informado que el pastor Eligio y su esposa, Kaitlyn Marie Regalado, han recaudado unos 3.5 millones de dólares solamente entre enero de 2022 y julio de 2023. Lo más preocupante es que los mayores inversionistas han sido cristianos. Aquí tenemos que hacer una pausa: muchos creyentes son fácilmente manipulables, ya que cualquier místico viene y les dice que esto es un plan divino, y ahí están donando su auto, su fondo de pensiones o comprando estas falsas criptomonedas.

La situación alrededor de INDXcoin revela un patrón peligroso: la vulnerabilidad de muchos creyentes cuando se mezcla el lenguaje espiritual con promesas financieras. Si un proyecto cualquiera se presentara como una oportunidad de inversión, la mayoría de personas dudarían, investigarían y pedirían datos verificables. Sin embargo, cuando se le añade un elemento espiritual o supuestamente profético, ese escepticismo desaparece. Esta es una de las razones por las que tantas estafas prosperan: porque se disfrazan de obras piadosas o “misiones divinas”. Es fundamental recordar que la Biblia nos llama a ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas. La fe nunca debe ser excusa para la falta de sensatez.

El evangelio de la prosperidad disfrazado

En los detalles de la Fiscalía del Distrito de Denver vemos reflejado nuevamente el evangelio de la prosperidad, pero en una escala mayor. Estos promotores afirman que dicha moneda es un mecanismo de «transferencia de riqueza ordenado por Dios mismo para beneficiar las finanzas de los creyentes.» El pastor Eligio aseguró que fue Dios quien le habló sobre este proyecto a través de revelaciones en el año 2021.

Este mensaje refleja una tendencia peligrosa dentro del cristianismo moderno: la creencia de que Dios tiene la obligación de hacernos ricos si seguimos ciertos pasos o financiamos ciertos proyectos. Este tipo de discurso, que se ha predicado durante décadas, ha producido generaciones de creyentes que confunden bendición con prosperidad financiera. La verdadera obra de Dios nunca necesita manipulación ni estrategias económicas disfrazadas de fe. Dios no opera como un banco celestial que multiplica dinero a demanda, y cualquier enseñanza que vincule la obediencia a beneficios económicos inmediatos debe ser analizada con cautela. La fe es un compromiso espiritual, no un método para obtener riquezas.

Un fraude envuelto en lenguaje religioso

Muchas de las denuncias señalan que casi dos millones de dólares fueron utilizados en asuntos personales del pastor y su esposa. Y sí, es lamentable ver cómo miles de creyentes pierden su dinero solo por tener fe en cosas que no son bíblicas. Amado creyente, Dios no ha prometido multiplicar tus ingresos. No ha prometido que si tú le das 10, Él te dará 100. Esa es una falacia tremenda que solo te lleva a entregarle tu dinero a un hombre cuyo fin es enriquecerse.

La manipulación religiosa ha existido desde los tiempos bíblicos, pero en la era digital ha adquirido nuevas formas. Ya no se trata solo de pedir ofrendas, sino de vender inversiones, criptomonedas, productos milagrosos o proyectos supuestamente “revelados por Dios”. Por eso, es más importante que nunca que aprendamos a examinar cada enseñanza a la luz de la Palabra. Dios sí bendice, pero sus bendiciones no siempre son financieras, y jamás se basan en esquemas engañosos. El llamado para el creyente de hoy es a profundizar en la Escritura, a buscar sabiduría antes de invertir en cualquier proyecto y a no permitir que la desesperación económica o emocional lo haga vulnerable a los falsos maestros. La fe verdadera no necesita estrategias de marketing, y mucho menos, criptomonedas disfrazadas de profecía.

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