Impactantes últimas palabras de ex-musulmán antes de reunirse con el Señor

Nabeel Qureshi es conocido en todo el mundo por su poderoso testimonio de conversión del islam al cristianismo. Su historia ha impactado a millones, no solo por la profundidad intelectual con la que confrontó sus creencias, sino por la humildad y el amor con que compartió su proceso. Cuenta que hubo un momento crucial mientras estudiaba medicina en el que sintió una profunda desesperación espiritual. En medio de una crisis personal, decidió colocar el Corán y la Biblia uno junto al otro para buscar consuelo. Él mismo relató que, al abrir el Corán, no encontró vida, esperanza ni palabras que calmaran su alma; lo sentía como un libro incapaz de responder a su dolor. En cambio, cuando abrió la Biblia, sus ojos cayeron sobre las palabras de Jesús: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mateo 5:4). Aquellas palabras atravesaron su corazón y marcaron el inicio de su transformación.

Desde entonces, la vida de Nabeel dio un giro radical. Se dedicó por completo al estudio apologético, al diálogo respetuoso con musulmanes y a proclamar el evangelio con un profundo amor. A través de libros, conferencias y debates, ayudó a miles de personas a comprender la fe cristiana de manera clara, racional y bíblica. Su obra más conocida, “Buscando a Alá, Encontré a Jesús”, sigue siendo uno de los testimonios modernos más influyentes en el ámbito cristiano.

Sin embargo, aunque su ministerio florecía, la soberanía de Dios lo condujo a una etapa dolorosa: Nabeel enfrentó el último año de su vida luchando contra un agresivo cáncer de estómago. A pesar de esa prueba devastadora, jamás perdió su fe ni su confianza en Cristo. Desde el hospital continuó grabando videos, predicando y animando a todos a vivir el evangelio con integridad. Muchos esperaban palabras de queja, confusión o desesperanza, pero lo que él compartió fue radicalmente distinto.

En sus últimas reflexiones, Nabeel dijo que era importante hablar con honestidad sobre las diferencias entre el cristianismo y el islam. Afirmó que el análisis doctrinal es necesario, pero subrayó que todas esas discusiones deben hacerse bajo el lente del amor. Expresó tristeza porque algunas personas habían utilizado su enseñanza para atacar o despreciar a otros, cuando ese nunca fue su objetivo. Él enfatizaba que el propósito de su ministerio siempre fue mostrar a Cristo con compasión, y hacer todo desde un espíritu de gracia.

Entre sus últimas palabras compartidas públicamente dijo algo que quedó grabado en el corazón de miles de personas: “Espero que el legado que yo haya dejado sea de amor, paz y verdad.” Para él, no se trataba de ganar debates, sino de ganar almas. No se trataba de demostrar superioridad intelectual, sino de reflejar el carácter de Jesús incluso en medio del sufrimiento físico más intenso. Su corazón siempre apuntó a que el amor debe reinar por encima de toda confrontación doctrinal.

Hoy, años después de su partida, el impacto de Nabeel Qureshi sigue vivo. Muchos exmusulmanes que han llegado a Cristo mencionan que su testimonio fue clave para comprender el evangelio. Pastores, misioneros y creyentes alrededor del mundo continúan recomendando sus libros y videos porque, a través de ellos, aún se escucha la gracia de Dios obrando. Sin duda, Nabeel fue una enorme bendición para la iglesia, un siervo fiel que supo unir verdad y amor en cada conversación.

Te compartimos este video donde podrás escuchar sus últimas palabras y reflexiones. Ojalá que su testimonio siga fortaleciendo la fe de muchos y recordándonos que, incluso en medio del sufrimiento, Cristo sigue siendo nuestra esperanza.

Nabeel Qureshi last words

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