Según informó el portal brasileño Folha Gospel, el 29° Tribunal Federal de Río de Janeiro emitió recientemente una orden para que Google retirara del aire cuatro canales evangélicos en YouTube, alegando que estos espacios digitales promovían un discurso de intolerancia religiosa y odio.
Los canales afectados pertenecen a la Iglesia Pentecostal Geração Jesus Cristo, una congregación conocida en Brasil y dirigida por el pastor Tupirani da Hora Lores. Esta no es la primera vez que dicho líder religioso se ve envuelto en controversias judiciales, ya que anteriormente había sido condenado por la Corte Federal a cumplir una pena de 18 años y 6 meses por acusaciones relacionadas con antisemitismo y racismo, algo que marcó profundamente la percepción pública de su ministerio.
Los canales señalados para ser removidos de la plataforma fueron: Geração Jesus Cristo, Geração ao Vivo, Geração de Mártires y Geração de Mártires ao Vivo. Estas cuentas acumulaban seguidores, transmisiones en vivo y mensajes constantes dirigidos a la audiencia de la iglesia, pero según el Tribunal, el contenido habría traspasado los límites permitidos por la legislación brasileña.
La controversia actual surgió cuando el pastor Tupirani, durante uno de sus cultos transmitidos por internet, lanzó declaraciones fuertes contra los judíos, afirmando que deberían sentir vergüenza tal como —según él— ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de discurso encendió las alarmas de las autoridades, quienes interpretaron sus palabras como una incitación directa al odio religioso.
La magistrada federal encargada del caso, Sandra Meirim Chalu Barbosa de Campos, emitió una sentencia contundente en la que dejó claro que, en un país cuya Constitución establece la libertad de culto, no se puede tolerar ningún tipo de discurso que fomente la violencia o discriminación contra grupos religiosos. En su declaración, la jueza afirmó:
“En un estado laico como Brasil, las conductas que tiendan a la intolerancia religiosa deben ser reprimidas”.
El énfasis de la sentencia recae en que la libertad religiosa, garantizada por la ley, incluye no solo el derecho de cada ciudadano a profesar su fe, sino también la obligación de evitar discursos que pongan en peligro la convivencia pacífica entre creencias diferentes. El Tribunal considera que los mensajes del pastor sobrepasan este marco y generan un ambiente hostil hacia comunidades específicas.
Como parte de la resolución, el Tribunal concedió a Google un plazo de cinco días para eliminar los canales de su plataforma. En caso de incumplimiento, la empresa se enfrentaría a una multa diaria cuyo monto no fue revelado, pero que según fuentes jurídicas suele ser significativo en casos de desobediencia judicial.
Este caso ha generado un amplio debate en Brasil y otros países de América Latina sobre los límites de la expresión religiosa en internet. Muchos creyentes consideran que se trata de un acto de censura, mientras que otros afirman que la libertad de expresión no puede ser usada como excusa para sembrar odio ni justificar ataques verbales contra grupos históricamente perseguidos.
También ha resurgido la conversación acerca de la responsabilidad de plataformas como YouTube en la moderación de contenido. Aunque Google suele eliminar videos o cuentas que infringen sus normas comunitarias, cuando existe una orden judicial el proceso se vuelve obligatorio, y la compañía debe cumplirla incluso si el contenido en cuestión pertenece a una institución religiosa.
En conclusión, la decisión del Tribunal Federal refleja una postura firme del sistema judicial brasileño para proteger la libertad religiosa en todas sus expresiones, evitando que discursos extremistas se disfracen de enseñanzas espirituales. Para muchos, el caso del pastor Tupirani da Hora Lores se convierte en un ejemplo de la importancia de ejercer el liderazgo cristiano con responsabilidad, entendiendo que la predicación del evangelio jamás debe convertirse en un vehículo para promover odio o discriminación.