Cantemos al Señor porque solamente en Él podremos tener todo lo mejor, nuestras sanidades vienen de nuestro Dios poderoso, y por eso debemos alabarle porque Él ha sido bueno con todos nosotros.
Nuestras tristezas fueron cambiadas por gozos del Señor, nuestros caminos comenzaron a ser rectos delante de Dios, nos sacó de las tinieblas hacia la luz, ¿cómo no adorar Su bendito y glorioso nombre? Por eso alabemos Su Santo Nombre, Dios vive y reina para siempre.
No dejemos de adorar y dar gracias a nuestro Dios, porque Su misericordia nos sostiene cada día, de Él viene esa paz que corre por todo nuestro interior, trayendo calma ante la tempestad que viene a nuestro frente. A Dios sea la gloria por los siglos, Amén.
De Dios viene esta alegría que tanto necesitamos en todo tiempo, esta viene de lo alto y es enviada por nuestro Padre celestial. Adoremos cada día el nombre de Aquel que nos ha sostenido, nuestro Dios grande y poderoso.