Jotta A deja la música cristiana

Hace solo unos días se hablaba de una extraña publicación en la que aparentemente Jotta A se declaraba homosexual. Para muchas personas esto aún no estaba bien claro y podía ser un mal entendido, para otros, estaba claro que el artista estaba «saliendo del armario», pero luego de esto el artista siguió dando señales obvias que pueden ir despejando las dudas.

Jotta A escribió unas palabras de despedida a través de Instagram:

Jotta A mensaje Instagram

Jotta A mensaje de despedida

Con esto el artista deja bien claro que no seguirá cantando música cristiana, de hecho ha borrado todas sus publicaciones en Instagram, incluyendo aquellas donde aparecía ministrando en actividades cristianas.

También dejó claro que defendería sus conceptos personales y es increíble ver cómo el artista dejó claro que esto para él era como un sueño. Jotta solo era uno de los muchos que ha vivido batallando con deseos carnales de ese tipo, la diferencia es que él decidió renunciar al evangelio y vivir para este mundo.

Los artistas no son dioses, que las decisiones de ellos no nos afecten, sino que pongamos nuestra mirada en Cristo Jesús que es el autor y consumador de la fe.

Que la fe nunca nos falle, pues, aunque tu artista favorito o tu pastor favorito falle, Jesús nunca falla.

Este acontecimiento generó gran controversia en las redes sociales. Muchos de sus seguidores expresaron tristeza, otros asombro y algunos manifestaron su apoyo incondicional al cantante. Sin embargo, este tipo de situaciones nos recuerdan una verdad espiritual que no debemos olvidar: el ser humano es frágil, y aun aquellos que han sido grandes instrumentos en las manos de Dios pueden desviarse si no permanecen firmes en Su Palabra. Por eso la Biblia nos exhorta a mantenernos vigilantes y a no poner nuestra fe en los hombres, sino en Dios.

La vida cristiana no se trata de popularidad ni de fama, sino de perseverar en el camino del Señor. El apóstol Pablo dijo que “el que piensa estar firme, mire que no caiga”, y eso nos enseña que todos debemos cuidar nuestra comunión con el Señor cada día. Las luces, los escenarios y la admiración del público pueden ser trampas sutiles que nos alejen del propósito eterno. Por eso debemos orar no solo por quienes caen, sino también por los que siguen en pie, para que el Señor los fortalezca.

Jotta A fue un joven talentoso, con una voz impresionante que inspiró a millones de personas alrededor del mundo. Muchos lo conocieron desde pequeño cuando interpretó alabanzas que tocaron corazones. Sin embargo, el talento sin obediencia no basta para sostener una vida cristiana sólida. Debemos recordar que el don es un regalo, pero la fidelidad es una elección diaria. Dios sigue siendo fiel, aunque nosotros no lo seamos.

Ante estos casos, el llamado no es a juzgar, sino a reflexionar. Cada creyente debe examinar su vida y renovar su compromiso con Dios. A veces ponemos nuestra mirada en figuras públicas y olvidamos que el único digno de ser exaltado es Cristo. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Su amor no cambia, Su misericordia es eterna, y Su verdad permanece firme sobre toda generación.

Que este acontecimiento nos motive a fortalecer nuestra fe, a depender más del Espíritu Santo y a interceder por aquellos que se han apartado del camino. No olvidemos que el Señor tiene poder para restaurar vidas, porque su gracia es más grande que cualquier caída. Si Jotta o cualquier otro decide volver al Padre, el Señor estará con los brazos abiertos para recibirlo, como el hijo pródigo que fue restaurado por amor.

En conclusión, este suceso debe servirnos de recordatorio: los hombres pueden fallar, pero Dios jamás falla. No pongamos nuestros ojos en las celebridades cristianas, pongámoslos en Jesús, el único que nunca cambia. Sigamos firmes en la fe, adorando a Dios con sinceridad y recordando siempre que lo que el mundo ofrece es pasajero, pero la gloria del Señor es eterna.

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Cantad alegres a Jehová, levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos

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