El pasado domingo 18 de noviembre, Kanye West fue parte del escenario de la iglesia LakeWood que pastorea Joel Osteen, donde estaría impartiendo en unos 20 minutos su testimonio de conversión al cristianismo.
El cantante afirmó que el diablo se había robado todos los buenos artistas, productores y diseñadores. También dijo a las personas allí congregadas que veía venir un gran cambio en el mundo, porque ahora, «el mejor artista que Dios ha creado está aquí trabajando para Él».