Alejandro Sanz es, sin duda alguna, uno de los artistas seculares españoles más reconocidos a nivel mundial. Con una trayectoria llena de éxitos y letras profundas, ha marcado generaciones dentro de la música romántica y pop en español. Por otro lado, Hillsong, especialmente Hillsong Madrid, se ha convertido en un movimiento cristiano global con gran influencia musical, ministerial y juvenil. A pesar de que en su momento se separaron del concilio de las Asambleas de Dios, continuaron creciendo y expandiéndose internacionalmente. Sin embargo, en 2019 surgió una controversia que generó muchas preguntas entre cristianos: ¿por qué Hillsong Madrid apoyó o promovió una gira de Alejandro Sanz?
La duda no nace simplemente por tratarse de un artista secular, sino por lo que representa. Es cierto que Alejandro Sanz tiene canciones románticas o de contenido neutral que no ofenden a Dios ni promueven inmoralidad. No obstante, también ha expresado públicamente su apoyo a ideologías y causas, como la comunidad LGBT, lo cual se refleja en videoclips como “Mi persona favorita” y “No tengo nada”. Esto generó una inquietud razonable entre muchos creyentes: si una iglesia como Hillsong predica la Biblia, ¿es coherente apoyar o asociarse con artistas que promueven valores contrarios a sus creencias?
Esta situación fue muy comentada en redes sociales durante ese tiempo. Muchos cristianos expresaron que no se trataba de juzgar a Alejandro Sanz como persona, sino de cuestionar el testimonio público de una iglesia tan influyente. No podemos simplemente decir: “Déjenlos, es para la gloria de Dios”. La Biblia enseña que no todo lo que parece bueno es aprobado por Dios, y que no debemos comprometernos con aquello que contradice Su Palabra, aunque sea desde la intención de alcanzar más gente.
Alejandro Sanz incluso publicó un agradecimiento en Twitter, donde mencionaba a Hillsong y mostraba su emoción por la colaboración o el apoyo. Esto hizo que el tema cobrara aún más relevancia, pues muchos comenzaron a especular si se trataba de una estrategia de marketing, una alianza musical, o simplemente un gesto de cortesía. De cualquier manera, muchos cristianos consideraron que esto podía prestarse a interpretaciones equivocadas.
Lo cierto es que como seguidores de Cristo estamos llamados a ser claros en nuestras convicciones. No se trata de atacar personas, sino de permanecer firmes en lo que creemos. Cuando una iglesia tiene una plataforma tan grande y miles de jóvenes la observan, debe ser aún más cuidadosa, porque sus acciones pueden influir en la fe de otros. En temas como la homosexualidad, por ejemplo, Hillsong ya había sido cuestionado anteriormente por declaraciones ambiguas de algunos de sus líderes.
Es importante recordar que el evangelio no necesita alianzas populares para ser relevante. Jesús no buscó adaptarse al mundo, sino transformar al mundo con la verdad. La Biblia nos llama a amar a todos, pero también nos llama a no comprometer la verdad del evangelio por aceptación o popularidad. El apóstol Pablo dijo: “¿Busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10).
Esta noticia, aunque ocurrió hace años, sigue siendo un recordatorio de que la iglesia debe mantener un equilibrio entre alcanzar a las personas y permanecer fiel a la doctrina bíblica. Amar no significa aprobar todo, y colaborar no debe significar comprometer convicciones. Es nuestra responsabilidad vivir para Dios y no buscar fama, sino fidelidad.