Una línea del más reciente álbum de Hillsong United, titulado “Empires” (Imperios), ha despertado controversia y debate en diferentes círculos cristianos desde su lanzamiento. La frase en cuestión pertenece a la canción “Even When It Hurts (Praise Song)”, que traducida al español significa “Aun cuando me duela (Canto de alabanza)”. En una de sus líneas, la canción dice: “Even when it hurts like hell, I’ll praise You”, que se traduce como: “Aun cuando me duela como el infierno, te alabaré.”
Aunque la intención poética de la letra apunta a expresar adoración en medio del dolor, algunos creyentes consideraron inapropiado el uso de la palabra “infierno” en una canción de alabanza. Ante las críticas, el pastor Robert Fergusson, quien junto a su esposa Amanda revisa y corrige las letras antes de ser interpretadas por la congregación, decidió aclarar el trasfondo y el sentido de esa línea en el blog oficial de Hillsong.
Fergusson explicó que el equipo de revisión de letras en Hillsong se enfoca principalmente en tres aspectos: el viaje espiritual de la canción, la fidelidad teológica y la claridad en su mensaje. En sus palabras:
“Nuestro enfoque primario es el viaje, teología y claridad de la canción. Le dejamos la poesía a los escritores. Hacemos preguntas como: ¿La canción lleva al adorador a un viaje? ¿Nos permite cantar la verdad? ¿O es ambigua en su declaración?”
El pastor también reconoció que el proceso no es perfecto y que, en ocasiones, tanto él como su esposa han sido objeto de elogios y críticas por canciones que no escribieron, pero que sí supervisaron. Con tono de humildad, Fergusson añadió:
“Nuestra respuesta normal es un gracioso —esperamos— correo electrónico diciendo: ‘Si no le gusta nuestra canción, por favor, siéntase libre de no cantarla.’”
Durante los años, Hillsong ha recibido observaciones sobre algunas frases que, para ciertos oyentes, pueden parecer confusas o demasiado poéticas. Sin embargo, el ministerio ha dejado claro que su propósito es comunicar la verdad del evangelio con autenticidad, sin perder la sensibilidad artística. Fue precisamente por la cantidad de comentarios que generó esta línea que el propio Fergusson decidió ofrecer una explicación más profunda.
Refiriéndose a la polémica expresión “Aun cuando me duela como el infierno”, el pastor escribió:
“Vivimos en un mundo desesperadamente abatido. A veces se siente como si el mismo infierno se hubiera desatado. Por supuesto, sabemos que nuestra victoria y seguridad están en Cristo, pero aún así, duele. El profeta Habacuc expresó de manera hermosa este dilema:
‘Aunque la higuera no florezca, ni haya frutos en las vides; aunque falte el producto del olivo, y los campos no den mantenimiento; aunque las ovejas sean quitadas del redil, y no haya vacas en los corrales, con todo, yo me alegraré en el Señor, y me gozaré en el Dios de mi salvación.’
— Habacuc 3:17-18
El pasaje de Habacuc ilustra la idea central que inspiró la canción: la verdadera adoración trasciende el dolor. La expresión “me duele como el infierno” no busca ser irreverente, sino enfatizar el grado de sufrimiento que puede experimentar el creyente sin perder la fe. Según Fergusson, los autores simplemente quisieron expresar, de una forma honesta y humana, que incluso en los momentos más oscuros la alabanza sigue siendo posible.
El pastor concluyó su explicación diciendo:
“Nuestros escritores han tratado de expresar esta misma idea de una manera auténtica, decidida y veraz: ‘Aun cuando me duela como el infierno, te alabaré.’ Bueno, a veces pasa, y así lo haré.”
Este tipo de lenguaje poético, según los líderes de Hillsong, refleja la realidad de una generación que busca palabras sinceras para describir su fe. A través de “Even When It Hurts”, Hillsong no pretende trivializar el infierno, sino usar una metáfora fuerte para transmitir la idea del sufrimiento extremo y, al mismo tiempo, el poder redentor de la adoración en medio del quebranto.
La canción se ha convertido en un recordatorio de que la alabanza no siempre surge desde la alegría, sino también desde el dolor y la vulnerabilidad. Así como Habacuc decidió regocijarse en el Señor a pesar de la pérdida, el creyente moderno puede cantar con lágrimas en los ojos, sabiendo que Dios sigue siendo digno de adoración.
Al final, la polémica sirvió para abrir una conversación importante: la adoración auténtica no depende de circunstancias perfectas, sino de una fe firme incluso “cuando duele como el infierno”.
