Alabado seas Señor en toda Tu gloria, seas exaltado porque Tú eres nuestro Dios poderoso, que nos cuida y sustentas día tras día. Cuando cantamos a Ti, nuestros corazones cambian, seas glorificado para siempre.
Cantemos con nuestras bocas cánticos nuevos delante de nuestro Dios, porque cuando nuestro espíritu desfallece, Él viene en nuestro socorro y nos ayuda, nos levanta para que podamos seguir en el camino de nuestro Señor Jesús que fue crucificado por nuestro pecados, para que así fuésemos salvos.
Nuestra fuerza viene de Dios, Él es quien nos alienta y fortalece nuestros corazones. Alabemos a nuestro Dios, porque sin Dios nada somos y si hoy existimos, es porque Dios fue y ha sido bondadoso y misericordioso con toda su creación.
Alabemos a Dios en todo momento, no olvidemos que Su Espíritu habita en nosotros, y que Su presencia nos rodea, ¿No es un gozo el tener su presencia cerca? Es una enorme bendición poder sentir la presencia de nuestro Dios grande y fuerte, cantemos a Dios.