Cantemos alabanzas por su gran misericordia, sus misericordias son nueva cada día, por eso demos gracias a Dios y alabemos su Nombre sobre todas las cosas. No nos cansemos de cantar salmos a nuestro Dios.
Su misericordia es tan grande que nos sostiene día tras día, que a veces pecamos contra Dios y su misericordia nos ayuda a ser perdonados, a ser renovados por Dios, que podamos ser aceptados delante de Dios. Por eso debemos cantar a Dios en honor a Él, dando alabanzas que sólo salgan de nuestros corazones. No demos alabanzas a Dios sólo para cumplir ese requisito, demos alabanzas a Él de corazón, sólo Dios es digno de merecer toda alabanza, gloria y majestad.
Al leer los salmos, vemos que cada autor de este libro día tras día sentía que tenía que dar gracias a Dios, de alabarle, de glorificar Su Nombre, y esto es lo que nosotros debemos hacer. Seamos gratos de corazón.
1 Alabad a Jehová, naciones todas; Pueblos todos, alabadle.
2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,
Y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya.Salmos 117:1-2