Creación tuya somos, por eso debemos obedecerte porque Tú oh Dios eres grande y poderoso y eres el único que gobierna todo, desde los cielos miras, desde os cielos controlas todas las cosas que hoy nos rodean, tuyas son y Tú la conoces, porque Tú fuiste que las creaste. Por eso debemos obedecer al Dios grande y fuerte, dar alabanzas solo a Él y rendirnos delante del Dios omnipotente.
Todos los que estamos bajo la cobertura maravillosa de Dios debemos estar siempre gozosos porque nuestro Señor es grande y poderoso. Él nos da aliento y nos sustenta todos los días. Por eso inclino mis rodillas y canto alabanzas al Dios que me llamó y me salvó.
No debemos dudar a la hora de dar alabanzas al Señor, debemos actuar de inmediato porque Él es nuestro Dios Poderoso. Dios merece toda excelencia de alabanzas.
Cada día debemos dar gracias y confiar rotundamente en el Señor con todo nuestros corazones, alabar Su nombre, bendecirle y hacer memorias de Él entre los pueblos. Demos a reconocer que Él es el único Dios verdadero.
Demos gracias a Dios y cantemos alabanzas a nuestro Dios, por ese grande sacrificio que El Padre hizo enviando a su único hijo Jesús a ser crucificado, maltratado en la cruz para darnos libertad. Este es un hecho maravilloso de que hoy podamos seguir el camino de la verdad y la vida.
Hermanos, es bueno que estemos firmes cada día, proclamando la voluntad divina de Dios, dando gracias y cantando alabanzas delante de nuestro Dios Todopoderoso.
Vemos lo hermoso de la creación, pero no agradecemos al Creador de todas estas cosas, para que nosotros podamos gozar de ellas, no levantamos nuestras manos en honor al Creador de ellas.
Al Señor daré mis cánticos porque en Él esta mi confianza, estando en Sus manos siento seguridad. Es mi Dios y mi mejor ayuda, por eso cada día depositaré mi confianza en Él.
En la adoración hay algo que todavía muchas personas no han entendido. Adorar a nuestro Dios es grande y poderoso y es un privilegio podamos dar nuestras adoraciones, rendir súplicas delante de Él, Él es Dios, cantemos de Su gran gloria y majestad.
Alabemos a nuestro Dios porque Su fidelidad se mantiene para siempre. Por sus fidelidad hoy vivimos, si caminamos es porque Su misericordia es nueva cada mañana. Por eso damos gracias a nuestro Dios y con cánticos de alabanzas nos rendimos delante de Él.