¿Recuerdas a Michely Manuely? Por si no tienes memoria solo con el nombre, fue la niña que cantó en el concurso «Jovens Talentos Kids» en el 2011. Incluso, llegó a hacer dueto en ese mismo concurso con el ex cantante cristiano Jotta A.
A más de una década de aquel concurso, muchas personas todavía recuerdan a Michely con cariño y admiración. Su ternura, su voz limpia y su manera de interpretar canciones cristianas cautivó a miles en Brasil y en otros países donde sus presentaciones circularon ampliamente por Internet. Desde muy joven, Michely mostró una madurez musical que sorprendía a los jueces y al público, y esto la llevó a convertirse en un referente infantil dentro de la música cristiana de la época. A pesar de su corta edad, su talento prometía abrirle puertas a un futuro prometedor en la adoración y la música gospel.
Michely Manuely habló en su canal de YouTube, donde tiene casi 300 mil seguidores, sobre algunos problemas que ha tenido que afrontar en su vida cristiana como adoradora del Señor. Primero habló de cómo ha sido su proceso para ser hoy en día una cantante. Comenzó a cantar en el año 2008 en la iglesia de su madre cuando apenas era una niña, a partir de ese momento todo cambiaría.
Su canal de YouTube ha sido durante años un espacio donde comparte testimonios, reflexiones y música. A través de ese medio digital, Michely ha logrado mantener una conexión cercana con las personas que crecieron viéndola cantar. En ese video en particular, se mostró totalmente sincera y vulnerable, relatando situaciones que muchas veces los jóvenes cristianos viven cuando atraviesan la compleja transición entre la adolescencia y la adultez. Su deseo, según explicó, no era solo contar su historia, sino también extender una mano a quienes puedan estar pasando por algo similar.
Tiempo más adelante participó en «Jovens Talentos Kids» de Raul Gil. Allí la niña se daría a conocer en todo el mundo. Aunque no ganó el concurso, su impacto en la música no se podía detener, ya que muchas congregaciones en todo el mundo comenzaron a invitar a la niña que poseía un talento increíble.
A través de esas invitaciones, Michely comenzó a viajar, a cantar en diferentes iglesias y a vivir experiencias que marcaron su crecimiento espiritual y artístico. Muchas personas recuerdan su humildad y su manera sincera de hablar del Señor, lo que hacía que su ministerio no solo fuera musical, sino también inspiracional. Sin embargo, el reconocimiento también trajo desafíos, pues crecer bajo la mirada pública puede ejercer una presión emocional que no todos los niños están preparados para enfrentar.
Pero, ¿qué pasó cuando llegó la etapa de su juventud? Cuando le tocó hablar de eso en el video, comenzó con una leve sonrisa, tras la cual vinieron muchas lágrimas que no la dejaban expresarse. Entonces, continuó: «Ahí yo comencé a conocer el mundo de afuera, el cual no aconsejo a nadie conocer».
Sus palabras dejaron ver que, aunque su infancia estuvo rodeada de música y fe, al crecer enfrentó tentaciones, amistades equivocadas y decisiones que la llevaron a alejarse del propósito que Dios tenía para ella. Muchos jóvenes cristianos se sienten identificados con esta etapa, donde la presión social y la curiosidad por experimentar cosas nuevas pueden abrir puertas a caminos equivocados.
También dijo cómo los fines de semana comenzó a ir a diferentes lugares y a apartarse del Señor, haciéndose tatuajes y otras diabluras que la identificaban más como una persona apartada de los caminos de Dios. Confesó que ya ni siquiera buscaba a Dios en oración.
Al compartir esto, Michely dejó claro que no estaba glorificando su error, sino mostrando cuánto puede desviarse una persona cuando deja la oración y la comunión con Dios. Explicó que ese periodo estuvo lleno de vacíos, confusión y decisiones impulsivas. Aun así, afirmó que la misericordia de Dios siempre estuvo presente, esperándola con los brazos abiertos.
Michely dijo que tuvo que tomar la decisión de dar un primer paso y era orar a Dios, y en ese momento todas las cosas volvieron a cambiar poco a poco y hasta el momento del video (octubre 2018) se encontraba en un proceso de reconstruir su vida cristiana.
Esa etapa de restauración, según narró, fue marcada por lágrimas, arrepentimiento y una profunda necesidad de volver a sentir la paz que solo Dios puede dar. Reconoció que la oración fue la llave que abrió nuevamente su corazón a la voluntad del Señor, y que su testimonio puede ayudar a otros jóvenes que quizás sienten vergüenza de volver a los caminos del Señor.
En conclusión, la joven cantante aconseja a los jóvenes que escuchen a sus padres y que no se aparten del Señor, ya que esta experiencia no quiere que le pase nunca más.
Hoy, su historia continúa inspirando a muchos. Michely Manuely demuestra que, aunque una persona se aleje, Dios siempre ofrece una oportunidad de restauración. Su consejo final es un llamado a valorar la fe, la familia y la obediencia, elementos que pueden proteger a cualquier joven de tomar decisiones que marquen negativamente su vida. Su testimonio es un recordatorio de que la gracia de Dios puede transformar cualquier corazón dispuesto a regresar.
