Justicia decide que “no hubo intolerancia religiosa” en la película de “Jesús gay”

En el año 2019 la plataforma de streaming Netflix colgó en su sitio un especial de navidad de la empresa brasileña Porta dos Fundos titulado «La primera tentación de Cristo».

La película ofende al cristianismo al presentar a un Jesús gay, unos discípulos borrachones y a María como una prostituta.

La Asociación Centro Don Bosco de Fe y Cultura demandó a Netflix y la empresa Porta Dos Fundos para que retiren la miniserie de la plataforma, sin embargo, esta nunca fue eliminada de la misma, y recientemente se ha informado que la jueza Adriana Sucena Monteiro, del 16º Juzgado Civil de Río de Janeiro, rechazó dicha solicitud de eliminar la película, diciendo que no hubo ninguna intolerancia religiosa.

La demanda exigía dos millones de dólares, lo que corresponde a ganancias que la película ha tenido a través de la plataforma de Netflix.

En la demanda y decisión denegada, el juez consideró el hecho de que la película no está disponible para todo el público, sino que cada cual tiene la elección de verla o no, ya que la misma está disponible en una plataforma de suscriptores que pagan una mensualidad.

Además, también se dijo que en tal caso no hubo «intolerancia religiosa» y que esta no se puede confundir con la «crítica religiosa».

El abogado de la Asociación de Fe y Cultura Don Bosco destacó que esto es constitucionalmente agresivo con los valores y sentimientos de los cristianos.

Este caso generó un enorme debate en Brasil y en gran parte del mundo, especialmente entre los creyentes que consideraron que la plataforma había sobrepasado los límites de la libertad de expresión. Muchos usuarios y organizaciones cristianas iniciaron campañas en redes sociales pidiendo la cancelación de sus suscripciones, mientras que otros promovían peticiones digitales para exigir que el contenido fuera retirado. A pesar de la indignación, Netflix defendió la permanencia del especial alegando que se trataba de una producción satírica y que no tenía la intención de ofender a ningún grupo religioso.

Porta dos Fundos, por su parte, es conocida en Brasil por producir contenidos humorísticos que abordan temas sociales y religiosos desde una perspectiva crítica. Sin embargo, esta vez la polémica fue tan grande que incluso su sede fue atacada con bombas incendiarias a finales de 2019, un hecho que fue condenado tanto por líderes religiosos como por el propio gobierno brasileño. El incidente dejó claro que el tema de la libertad de expresión y el respeto a la fe sigue siendo un terreno delicado en las sociedades contemporáneas.

La producción “La primera tentación de Cristo” duró poco más de 40 minutos y fue lanzada como parte del tradicional especial navideño de Porta dos Fundos. En ella se retrata a Jesús regresando a casa para celebrar su cumpleaños número 30 y presentando a un amigo con quien se sugiere una relación romántica. Esta narrativa fue interpretada por millones de creyentes como una blasfemia directa al núcleo del cristianismo. A pesar de las quejas, la compañía productora insistió en que el contenido debía ser comprendido dentro del marco de la parodia y la sátira política.

El fallo de la jueza Adriana Sucena Monteiro se basó en la idea de que la Constitución brasileña protege tanto la libertad de expresión artística como la libertad de culto, y que el especial, aunque controvertido, no violaba directamente los derechos de los cristianos a profesar su fe. Sin embargo, este tipo de decisiones también abrió un nuevo debate sobre los límites del arte cuando se toca la figura de Jesús y otros personajes bíblicos, ya que para muchos fieles no se trata solo de libertad creativa, sino de respeto a su fe y a los valores sagrados.

Por otro lado, juristas y defensores de la libertad de prensa señalaron que censurar una producción artística podría sentar un precedente peligroso y limitar el derecho a la creación. Aun así, los creyentes insisten en que la libertad de expresión no debe ser un escudo para promover burlas o ataques a símbolos religiosos. Este tipo de producciones vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de un equilibrio entre la libertad artística y el respeto a las creencias de millones de personas alrededor del mundo.

El caso “La primera tentación de Cristo” sigue siendo un ejemplo claro de cómo los contenidos de entretenimiento pueden tener repercusiones culturales, sociales y legales. La discusión continúa, y aunque el especial sigue disponible en Netflix, para muchos creyentes el dolor que causó esta representación de Jesús no se borra fácilmente. Sin duda, es un recordatorio de que la fe merece respeto y que el humor, cuando toca lo sagrado, debe manejarse con responsabilidad.

Esposa de Jaime Murrell dedica palabras de aniversario de boda
Creadores de «The Chosen» abren estudio para producir contenido cristiano

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *