La palabra loor significa alabanza, entonces «Su loor permanece para siempre» quiere decir «Su alabanza permanece para siempre».
La alabanza al Señor es eterna, firme y constante. Todos los justos, sabios y temerosos de Dios reconocen Su grandeza y le rinden honor con palabras, acciones y corazones sinceros. Dios no solo merece nuestra adoración, sino que también la busca de aquellos que le aman y guardan Sus mandamientos. Fuimos creados para glorificarle, para exaltar Su nombre en todo momento, en la alegría y también en la tristeza.
Cuando atravesamos momentos difíciles, cuando el camino parece oscuro o incierto, Su alabanza debe seguir viva en nuestros labios. El que alaba al Señor en medio de las pruebas demuestra entendimiento y una fe profunda. Como declara el Salmo 111:10:
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre.
Este verso es una declaración poderosa: la sabiduría no comienza con el conocimiento humano, sino con el respeto reverente hacia Dios. Aquellos que viven de acuerdo a Sus estatutos experimentan una comprensión verdadera y duradera, y su vida se convierte en un cántico continuo de adoración.
Todo lo que respira alabe al Señor
No hay límite, ni condición: todo ser viviente está llamado a exaltar al Creador. Su alabanza no es solo un acto religioso, sino una expresión de amor, gratitud y reconocimiento de su poder y Su gloria.
Alabar al Señor es más que palabras; es un estilo de vida. Es reconocer cada día que todo lo que somos y tenemos proviene de Él. Que nuestras alabanzas perfumen Su trono y lleguen como un incienso agradable ante Su presencia.
También podemos reconocer que Su alabanza permanece en Él nuestro Dios padre y poderoso, elogio todas son de Él. Así como la misma palabra lo dice Sus alabanzas son eternas, nunca se acaban porque nuestro Dios vive y reina por los siglos de los siglos, es por eso que debemos tener claro que las alabanzas que elevamos hacia Él duran para siempre, Su fama, Su gloria y Su reconocimiento no tendrá fin.