El mundo adoctrina a los suyos bajo un sistema de corrupción y nosotros muchas veces nos dormimos no guiando a nuestros hijos a ser verdaderos creyentes. Dijo el célebre príncipe de los predicadores Charles Spurgeon: «Comience temprano a enseñar, porque los niños empiezan temprano a pecar». Por lo tanto, siempre será de mucho valor ver a estos niños en las redes que se dedican a las cosas del Señor, como cantar o tocar algún instrumento musical por ejemplo.
Este niño toca su primer solo de guitarra en una iglesia bautista y comienza con la siguientes palabras de la canción «Que hermoso debe ser el cielo»: Y no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni pena, ni habrá más dolor, porque las cosas primeras pasaron. Cuando esté en ese lugar, qué hermoso debe ser el cielo».