«Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó, fui ciego más hoy veo yo, perdido Él me halló». Así comienza este valioso himno «Sublime gracia», uno de los himnos más conocidos en el pueblo cristiano, usado en películas y traducido a diversos idiomas. Gloria a Dios porque a través de este himno podemos cantar de la gracia inmerecida que Dios ha tenido para con nosotros.
Hoy queremos compartirte este hermoso himno con un instrumental de un instrumento no tan común como el piano o la guitarra. Se trata del octobajo, instrumento musical que fue inventado a finales de 1849 por el francés Jean Baptiste Vuillaume. Este instrumento de tamaño bastante grande produce los sonidos musicales más graves de todo el espectro audible por un humano al junto del piano de ocho octavas. Este gigantesco instrumento mide unos 3.75 metros y es uno de los más altos.