Es necesario tener mucho discernimiento al evaluar quién verdaderamente sigue a Cristo. No todo el que publica versículos bíblicos en redes sociales o asiste a una iglesia es un verdadero creyente. Jesús mismo dijo que por los frutos conoceríamos a las personas (Mateo 7:16), y eso incluye su estilo de vida, su obediencia a la Palabra y su testimonio diario.
Recientemente se ha hecho viral la historia de Nita Marie, una mujer que se autodenomina cristiana y asegura tener una “relación especial con Dios”. Sin embargo, su testimonio ha generado gran controversia, ya que decidió dedicarse a publicar contenido provocativo en la plataforma OnlyFans. Según la propia Nita, esta decisión le ayudó a “mejorar su autoestima y confianza en sí misma”, aunque sus acciones contradicen claramente los principios de modestia y pureza enseñados en las Escrituras.
Nita, quien lleva cinco años divorciada, trabajaba anteriormente en la venta de cosméticos, un negocio que le generaba ingresos cercanos a los 40 mil dólares mensuales. No obstante, buscando un cambio en su vida y mayores ganancias, decidió incursionar en el mundo de la exposición digital, mostrando su cuerpo ante miles de suscriptores. Ella asegura que no ve nada malo en lo que hace, sino que lo considera una forma de empoderamiento personal.
En una de sus declaraciones más polémicas, la modelo expresó: “Me han dicho que soy dirigida por Satanás; hay todo un estigma a su alrededor en el mundo cristiano”. Estas palabras reflejan una visión distorsionada del Evangelio, en la que el pecado es justificado bajo la excusa de la libertad personal. En lugar de reconocer que su comportamiento contradice los valores bíblicos, Nita intenta redefinir el concepto de moralidad, adaptándolo a su conveniencia.
Más preocupante aún es que Nita ha comenzado a instruir a otras mujeres, en su mayoría mayores de edad, para que sigan sus pasos en OnlyFans. Según sus propias palabras, ya ha “entrenado” a unas 400 mujeres a especializarse como modelos dentro de la plataforma, alentándolas a encontrar inspiración y confianza incluso dentro de la iglesia. Esta actitud no solo desvirtúa el llamado cristiano a la santidad, sino que puede confundir a muchas personas que buscan sinceramente agradar a Dios.
La Palabra de Dios enseña claramente en 1 Pedro 3:3-4 que la verdadera belleza no proviene del adorno externo, sino del “corazón afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”. La conducta de Nita, lejos de promover la fe, pone en evidencia una espiritualidad superficial que mezcla las luces del mundo con el mensaje del Evangelio. No se trata de juzgar a las personas, sino de recordar que seguir a Cristo implica renunciar a todo aquello que ofende Su santidad.
Lamentablemente, vivimos en una época donde muchos confunden la libertad en Cristo con el libertinaje. Algunos usan el nombre de Jesús para justificar comportamientos que contradicen directamente las Escrituras. Pero el verdadero cristiano no busca satisfacer sus deseos carnales, sino glorificar a Dios en cuerpo y espíritu (1 Corintios 6:19-20). Mostrar el cuerpo como herramienta de lucro o entretenimiento no puede ser visto como algo compatible con una vida de consagración.
También es importante reflexionar sobre el peligro de las redes sociales y la exposición mediática. Muchas personas, en su afán de ser aceptadas o admiradas, caen en prácticas que terminan afectando su fe. En el caso de Nita, lo que comenzó como un intento de ganar confianza terminó convirtiéndose en una plataforma que promueve valores contrarios al cristianismo. Este ejemplo nos recuerda lo fácil que es desviarse cuando el corazón no está verdaderamente rendido a Dios.
Como creyentes, debemos tener discernimiento y no dejarnos engañar por apariencias. No basta con hablar de Dios o citar versículos si nuestras acciones lo niegan. Jesús dijo en Lucas 6:46: “¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?”. La verdadera fe se demuestra con obediencia, humildad y pureza. El cristianismo no consiste en una imagen pública, sino en una relación sincera con el Señor que transforma cada área de nuestra vida.
En conclusión, el caso de Nita Marie es un recordatorio de cómo muchos intentan usar el nombre de Dios para justificar el pecado. Pero el verdadero Evangelio llama al arrepentimiento, a la santidad y a vivir conforme al Espíritu. No se puede servir a Dios y al mundo al mismo tiempo. Si realmente amas a Cristo, tu vida debe reflejarlo en todo momento. Como dice Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Si estás leyendo esto y aún no conoces al Señor, recuerda: un verdadero cristiano no se mide por lo que publica o dice, sino por la manera en que vive y obedece a Dios.