Oh Señor te alabarán todos los reyes de la tierra, porque Tú mereces toda gloria y poder y no hay otro Dios que pueda hacer todo lo que Tú haces. Solo a Ti sea la gloria para siempre.
Tus hazañas son evidentes delante de cada ser humano, porque Tu amor y Tu misericordia nos guardan día tras día, por eso debemos cantarte con todo el corazón, porque Tú nos sostienes aún nosotros siendo pecadores.
Al Señor debemos cantar y exaltar su bendito y glorioso nombre, todavía no hay ni habrá que pueda ser como nuestro Dios grande y sublime, verdadero y majestuoso Señor. Cantemos en su honor.
En el libro de los salmos nos encontramos con un capítulo que nos habla de que todas las naciones deben adorar, cantar al único grande y más grande hacedor de todas estas cosas que nos rodean. A este es que debemos obedecer y cantarle con todo el corazón, postrándonos de rodillas delante de Él.
4 Te alabarán, oh Jehová,
todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca.
5 Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande.
6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.
Salmos 138:4-6
Es real que la gloria de nuestro Dios es grande y no podemos describirla, por eso cantemos a Dios con gozo y regocijo. Demos grito de júbilo delante de Él y no nos cansemos de bendecir y dar cánticos nuevos a Dios. Él merece toda la gloria, el imperio y majestad porque suyos son, cantemos para siempre en su santo y bendito nombre, por los siglos de los siglos, amén y amén.