Somos hechura de Dios y hemos sido creados para adorar, para rendir alabanzas al Creador y la Biblia nos habla sobre esto en muchísimos versículos, los cuales vamos a ver hoy para que sepamos completamente que debemos adorar a Dios con nuestras vidas, que ese es un mandato divino.
1 – Bendecir a Dios
Con nuestra boca debemos bendecir a nuestro Dios donde quiera que estemos congregados:
Bendecid a Dios en las congregaciones;
Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.Salmos 68:26
Este versículo nos recuerda que la adoración no es individual únicamente, sino que también es comunitaria. Dios es exaltado cuando Su pueblo se reúne y lo reconoce públicamente. Bendecir a Dios en las congregaciones implica que no debemos avergonzarnos de alabarlo delante de otros, sino que nuestra adoración debe ser visible, sincera y llena de gratitud.
2 – Alabar el nombre de nuestro Dios
En todo el libro de los Salmos aprendemos que debemos alabar el nombre de nuestro Señor, y uno de los versículos que nos insta a eso es el versículo siguiente:
Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.Salmos 113:1
Aquí se dirige directamente a los siervos de Dios, es decir, a aquellos que le pertenecen. Alabar Su nombre es reconocer Su carácter, Su santidad, Su poder y Su misericordia. No se trata solo de cantar, sino de honrar quién es Él. Cuando alabamos, estamos confesando que solo Dios merece gloria.
3 – Todas las naciones deben alabar a Dios
No importa de dónde seas, a qué país, a qué pueblo pertenezcas, alaba a Dios.
Alabad a Jehová, naciones todas;
Pueblos todos, alabadle.Salmos 117:1
Este breve pero poderoso versículo muestra que la adoración no es exclusiva de Israel ni de una cultura específica. Dios es el Creador del mundo entero, por eso toda nación, lengua y pueblo están llamados a reconocer Su grandeza. Este pasaje anticipa lo que Apocalipsis muestra: gente de toda tribu y nación adorando al Cordero.
4 – Grandes y pequeños alaben a Dios
No importa el estatus social, tu posición económica, tu edad, tu sexo, alaba a Dios:
11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
Los príncipes y todos los jueces de la tierra;12 Los jóvenes y también las doncellas,
Los ancianos y los niños.13 Alaben el nombre de Jehová,
Porque sólo su nombre es enaltecido.
Su gloria es sobre tierra y cielos.Salmos 148:11-13
Aquí el salmista muestra que la adoración trasciende edades y posiciones. Reyes y jueces, niños y ancianos, todos han sido creados para exaltar a Dios. Nadie es demasiado importante ni demasiado pequeño para adorar. Su nombre es sobre todo nombre y Su gloria llena los cielos y la tierra.
5 – Todo lo que respira
Todo ser viviente alabe a nuestro Dios, aleluya
Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.Salmos 150:6
Este es el cierre del libro de los Salmos y un llamado universal a la adoración. Todo lo que tenga aliento debe alabar al Señor. Si Dios nos da vida, es para usarla en adoración. Cada respiración es una oportunidad para agradecer, reconocer y exaltar al Creador.
6 – Orar en todo lugar
No importa en el lugar donde estemos, debemos orar y levantar nuestras manos, pero manos santas, no buscando pleitos, sino alzando nuestras manos para alabar a nuestro Dios, Rey y Creador.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.
1 Timoteo 2:8
Pablo instruye a los creyentes a orar sin ira ni discusiones, mostrando que la adoración verdadera va acompañada de pureza de corazón. Levantar manos santas simboliza rendición, humildad y dependencia total de Dios.
7 – Temer a Dios
Habrá un gran día de juicio en el cual habrá que temer y darle gloria a Aquel que hizo todo.
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Apocalipsis 14:7
Este versículo nos recuerda que adorar también incluye reverencia y temor santo. Dios es amor, pero también es justo juez. Adorarle es reconocer Su autoridad sobre todo lo creado.
8 – Anunciar sus virtudes
Nosotros, linaje escogido, real sacerdocio, tenemos la misión de anunciar las virtudes de Aquel que nos sacó de las tinieblas a su luz admirable:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
1 Pedro 2:9
Dios no solo nos salvó para asistir a una iglesia, sino para anunciar quién es Él. La adoración no es silenciosa; proclamamos con nuestra vida lo que Dios ha hecho.
9 – Alabémosle y hablemos de sus maravillas
Además de alabarle e invocar su nombre, debemos contar en todo lugar las grandes obras y maravillas que ha hecho con nosotros y con su pueblo.
Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.2 Cantadle, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas.Salmos 105:1-2
Este pasaje une adoración y testimonio. No solo cantamos a Dios, sino que contamos lo que Él ha hecho. Cada creyente es un testigo de Su fidelidad.
10 – Somos creados para adorarle
¿Para qué fuimos creados? ¡Para adorarle, para bendecir Su Nombre, para publicar todo lo que ha hecho por nosotros!
Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.
Isaías 43:21
Dios deja claro que Su propósito al crearnos es que vivamos para Su gloria. Existimos para adorar, no solo con cantos, sino con toda nuestra vida.
Conclusión
Y es que hay motivos de más en las Escrituras para adorar y darle alabanzas a nuestro Señor. Estos solo son algunos versos contemplados en la Biblia, pero les aseguro que son cientos los que nos llaman a exaltar al único Dios verdadero.
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