Redimi2 se ha visto envuelto desde hace un tiempo en situaciones que han generado controversia dentro del público cristiano, y que, a nuestro entender, deberían ser analizadas con más prudencia para no repetir los mismos errores. Uno de los casos más comentados fue el de Kika Nieto. En aquella ocasión, Redimi2 salió públicamente en su defensa ante los ataques que ella recibía por sus declaraciones relacionadas con la fe y la sexualidad. Hasta ese punto, su gesto fue noble, pues es correcto apoyar a quien atraviesa momentos de presión pública.
¿Dónde estuvo entonces el problema? En que Willy, conocido como Redimi2, no solo defendió a Kika como persona, sino que además la recomendó públicamente como si se tratara de una creyente madura en la fe. Muchos consideraron que esa afirmación fue precipitada, ya que no había evidencia suficiente de crecimiento espiritual sólido en su vida como para presentarla como ejemplo ante un público tan amplio. Por eso, numerosos cristianos expresaron su desacuerdo, no por defender a Kika, sino por la forma en que se le otorgó una credibilidad espiritual que todavía no había demostrado.
Ahora bien, ¿terminó todo allí? La respuesta es no. Recientemente, Redimi2 volvió a estar en el centro de la conversación al grabar una canción con el artista urbano Alejandro, conocido anteriormente como Almighty. El tema se titula Filipenses 1:6. El problema no es que haya colaborado con él, ni que una persona convertida del mundo secular no pueda cantar música cristiana. El verdadero punto de debate es el momento y la forma en que se realizó esta colaboración.
Alejandro ha declarado públicamente que se ha convertido al cristianismo, lo cual, si es genuino, merece celebración y apoyo. Sin embargo, al mismo tiempo ha promocionado giras y proyectos musicales que no son cristianos, lo cual muestra cierta confusión o una fe aún en proceso de formación. Además, su estado emocional y mental ha sido frágil. Todos recuerdan el tatuaje en su frente, realizado en medio de un episodio de crisis. También hay entrevistas donde tiene comportamientos o expresiones difíciles de explicar.
Entonces surge una pregunta lógica: ¿era prudente grabar tan pronto con una persona que aún no ha dado frutos claros y constantes de una vida transformada por Cristo? Valoramos el deseo de Redimi2 de apoyar a nuevos creyentes y de abrir puertas a quienes vienen del mundo secular. Sin embargo, también creemos que hay momentos donde el amor debe ir acompañado de prudencia y discernimiento.
Apreciamos profundamente que Alejandro esté acercándose a las cosas de Dios, y oramos para que su conversión sea verdadera y produzca frutos visibles de arrepentimiento, humildad y obediencia a Cristo. Ese es el deseo de todos los que aman el evangelio. Pero, al igual que sucedió con Kika, pensamos que Redimi2 ha actuado apresuradamente. Tal vez su intención fue buena, pero el momento no fue el más apropiado. Una plataforma ministerial implica responsabilidad, y exponer tan pronto a una persona recién llegada a la fe puede ser dañino tanto para ella como para quienes la observan.
Esta es nuestra humilde opinión sobre la colaboración entre Redimi2 y Alejandro. No juzgamos corazones, solo analizamos los hechos con el deseo de que todo se haga para la gloria de Dios y con sabiduría bíblica.