Alabar a Dios con instrumentos musicales

Adorar a Dios con instrumentos musicales es algo bíblico. A lo largo de las Escrituras, encontramos ejemplos claros de cómo los hijos de Dios han utilizado la música y los instrumentos para rendir alabanza al Creador. La adoración musical no solo es una expresión artística, sino también un acto espiritual que refleja gratitud, reverencia y alegría por la grandeza del Señor. A continuación, les mostramos cinco pasajes de la Biblia que nos animan a adorar a Dios con instrumentos musicales.

1 – Salmos 150

1 Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.

2 Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

3 Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa.

4 Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas.

5 Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo.

6 Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.

El Salmo 150 es un himno de alabanza universal que invita a toda la creación a glorificar a Dios. Este pasaje resalta la diversidad de instrumentos que pueden ser usados en la adoración: cuerdas, vientos y percusión. No se trata de una adoración silenciosa o limitada, sino de una expresión sonora, vibrante y jubilosa de gratitud hacia el Señor. Cada instrumento, con su tono y timbre particular, representa una voz que se une al coro de la creación para exaltar a su Creador.

Este salmo también nos enseña que la alabanza debe abarcar todos los aspectos de la vida. No hay lugar ni momento donde no se pueda adorar a Dios. Desde el santuario hasta el firmamento, la invitación es clara: todo lo que respira debe alabar a Jehová. Así, los instrumentos musicales se convierten en una extensión de nuestro propio aliento, en una forma tangible de rendir gloria al Señor por sus maravillas y su incomparable grandeza.

2 – Salmos 98:4-6

4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;

Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

5 Cantad salmos a Jehová con arpa;

Con arpa y voz de cántico.

6 Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,

Delante del rey Jehová.

El Salmo 98 muestra que la adoración musical no es una acción reservada a unos pocos, sino un llamado a toda la tierra. Dios es digno de ser alabado con alegría y celebración. La música, acompañada de instrumentos, refleja la belleza de la creación que responde al amor de su Creador. Aquí, el arpa y la trompeta se mencionan como símbolos de gozo y solemnidad, recordando que nuestra alabanza debe ser sincera, entusiasta y llena de reverencia.

Además, este pasaje nos enseña que la adoración musical es una respuesta natural al reinado de Dios. “Delante del rey Jehová” implica reconocer su soberanía con nuestras voces y melodías. La combinación del canto, los aplausos y los instrumentos crea un ambiente donde el gozo del Señor se manifiesta. Así, cada sonido se convierte en una ofrenda de gratitud que eleva el alma y proclama que el Señor reina sobre toda la tierra.

3 – Apocalipsis 5:8-9

8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

En este pasaje del Apocalipsis, la adoración celestial se describe con una combinación de música, cántico y oración. Los veinticuatro ancianos y los seres vivientes adoran al Cordero con arpas, mostrando que incluso en la presencia de Dios, los instrumentos tienen un papel sagrado. Aquí, las arpas representan la armonía perfecta entre la música y la oración, uniendo la devoción terrenal con la adoración eterna.

Este texto también revela que la adoración musical no es una invención humana, sino una expresión del cielo mismo. Los redimidos cantan un nuevo cántico porque han sido comprados por la sangre de Cristo. La música se convierte así en una proclamación de redención y gratitud. Cada melodía entonada en la tierra anticipa la adoración que los santos ofrecerán eternamente ante el trono del Cordero.

4 – Apocalipsis 14:2-3

2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.

3 Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.

Este pasaje nos transporta a una escena gloriosa de adoración celestial, donde la música resuena como el estruendo de muchas aguas. La descripción poética revela la majestuosidad y el poder del sonido en la adoración. Las arpas, mencionadas nuevamente, simbolizan la pureza, la armonía y la unidad de los redimidos que entonan un cántico nuevo ante el trono de Dios. Este cántico no es aprendido por todos, sino por aquellos que han sido redimidos, lo que indica que la verdadera adoración brota de corazones transformados.

Asimismo, la comparación del sonido con un trueno y con muchas aguas refleja la grandeza de Dios. La adoración celestial no es débil ni silenciosa, sino poderosa y vibrante. En ella, los instrumentos no son adornos, sino expresiones de la gloria divina. Este texto nos anima a preparar nuestros corazones aquí en la tierra para unirnos algún día a ese coro eterno, donde cada nota proclamará la santidad del Creador.

5 – 1 Crónicas 23:5

Además, cuatro mil porteros, y cuatro mil para alabar a Jehová, dijo David, con los instrumentos que he hecho para tributar alabanzas.

El rey David, conocido como el “dulce cantor de Israel”, organizó la adoración en el templo de manera estructurada y reverente. En este pasaje, estableció que miles de levitas se dedicaran al servicio musical con instrumentos diseñados especialmente para la alabanza. Esto demuestra que la música no era un elemento opcional en el culto, sino una parte esencial del servicio a Dios. Los instrumentos fueron creados con un propósito santo: glorificar al Señor.

Este ejemplo de David también nos enseña sobre la excelencia y la preparación en la adoración. No basta con improvisar; la alabanza requiere dedicación, orden y consagración. Los músicos del templo eran ministros del culto, llamados a servir con pureza de corazón y habilidad. De igual manera, en la iglesia actual, los instrumentos deben ser usados con reverencia, entendiendo que cada nota puede ser una ofrenda agradable a Dios.

Conclusión

La adoración con instrumentos musicales tiene un fundamento sólido en la Biblia. Desde los salmos de David hasta las visiones del Apocalipsis, la música ha sido un vehículo poderoso para exaltar el nombre de Dios. Los instrumentos no son simples acompañamientos, sino herramientas sagradas que, en manos de corazones consagrados, se convierten en medios para glorificar al Creador.

Por tanto, cuando adoramos con música, recordemos que lo hacemos en continuidad con una tradición bíblica y celestial. Que cada instrumento, cada melodía y cada voz se unan para declarar que Jehová es digno de toda alabanza. Así como en el cielo, también en la tierra, todo lo que respira debe alabar al Señor.

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3 comments on “Alabar a Dios con instrumentos musicales

  1. Recuerden que todos aquellos que han sido salvos por fe en Cristo , somos una nueva creación, Cristo crucificado llevo los antiguos sacrificios, de la ley de Moisés eso incluye las alabanzas con instrumentos que se menciona en salmos 150 Cristo nos manda .. alabando si señor siempre con salmos y cánticos espirituales, la música con instrumentos electrónico invitan al baile, y ala danza, los cuales eran prácticados en el antiguo testamento, pero hora somos de un nuevo pactoen Cristo.

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