No debemos creer todo lo que dicen algunos ministros, cantantes o predicadores sin antes examinar cuidadosamente lo que enseñan a la luz de las Escrituras. La Biblia nos exhorta a probar los espíritus y a escudriñar todo, reteniendo lo bueno. En estos tiempos, en los que abundan mensajes motivacionales disfrazados de enseñanzas bíblicas, es necesario ser prudentes y discernir lo que realmente viene de Dios. No podemos simplemente aceptar todo lo que se predica porque, lamentablemente, muchos tergiversan el significado de las Sagradas Escrituras con fines personales, ya sea para obtener reconocimiento, ofrendas o promover sus propios materiales musicales y literarios.
Un ejemplo reciente de esto se encuentra en una publicación de la cantante Nancy Amancio, quien se basó en Ester 7:2 para afirmar que las mujeres tienen “derecho” a exigir cosas de Dios. En su publicación, promoviendo su canción “La Demanda”, se usa el pasaje donde el rey Asuero le dice a la reina Ester que pida lo que quiera, interpretándolo como si el creyente tuviera la autoridad para exigir bendiciones o milagros directamente a Dios.
Aunque las intenciones detrás de su mensaje puedan parecer positivas, el ejemplo utilizado es teológicamente incorrecto. Ester no estaba delante de Dios, sino ante un rey pagano. El contexto bíblico no autoriza a interpretar esa escena como un modelo de oración o petición espiritual. Transformar ese evento histórico en una enseñanza sobre “demandar” o “exigir” a Dios es un error de interpretación serio que puede llevar a muchos creyentes a adoptar una postura inadecuada en su relación con el Señor.
Nancy Amancio expresa en su publicación que las mujeres pueden “exigir” que sus hijos caminen conforme a los propósitos de salvación, que sus esposos sean libres de adulterio y que los ministros “exijan” una mayor manifestación de gloria. Su llamado termina diciendo: “Pon tu demanda en este momento”. Sin embargo, surge una pregunta fundamental: ¿exigirle a quién? El lenguaje empleado en su mensaje y en su canción claramente da a entender que es una demanda dirigida a Dios.
Cuando pongo una demanda
Nada me puede detener
Cuando doblo mis rodillas
Y comienzo a interceder
En el nombre de Jesús
Aquí aparece un problema teológico serio. ¿Quiénes somos nosotros para exigirle algo a Dios? ¿Acaso olvidamos que somos siervos y no señores? En la oración que Jesús enseñó, se nos instruye a decir: “Hágase tu voluntad” (Mateo 6:10), no “haz mi voluntad”. Demandar o exigir implica una actitud altiva, mientras que la Biblia nos llama a la humildad. La Escritura es clara cuando dice:
Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.
Salmos 138:6
La Palabra de Dios no enseña en ningún lugar que debamos “demandar” o “exigir” algo al Creador. Al contrario, nos enseña a pedir, y no conforme a nuestros deseos, sino conforme a Su voluntad perfecta. El apóstol Juan escribió:
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
1ª Juan 5:14-15
Jesús también enseñó que nuestras oraciones deben estar ligadas a una vida de comunión con Él. No basta con pedir; debemos permanecer en Cristo para que nuestras peticiones sean escuchadas:
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 15:7
Y para quienes argumentan que “podemos demandar en el nombre de Jesús”, conviene recordar lo que el mismo Señor dijo:
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
Juan 16:24
La enseñanza bíblica es coherente y clara: debemos pedir, no demandar. El creyente que confía en Dios no impone condiciones, sino que se somete a Su voluntad, sabiendo que Él sabe lo que es mejor. Nuestra relación con el Padre no se basa en decretos ni exigencias, sino en fe, reverencia y obediencia.
Esperamos que este tipo de enseñanzas no se popularicen como otras doctrinas erróneas del pasado, como el famoso “Yo declaro”, que también tergiversa el verdadero sentido de la oración. Que los creyentes vuelvan a la sencillez del evangelio, donde la oración no es una orden dirigida a Dios, sino una conversación humilde con el Padre celestial que todo lo sabe, todo lo puede y cuya voluntad es siempre perfecta.

6 comments on “Nancy Amancio: Tienes derecho a demandar y exigirle a Dios”
ME CAUSA TRISTEZA QUE ENTRE MISMO CRISTIANOS SE CRITIQUEN UNOS A OTROS O TRANTEN DE RIDICULIZAR A ALGUIEN, HAY QUE MIRAR LA VIGA QUE TENEMOS EN NUESTRO OJO Y NO LA PAJA QUE TIENE EL OTRO, LOS PROFETAS QUE DIOS HA LEVANTADO SON SUS UNGUIDOS DE DIOS Y SON AUTORIDADES IMPUESTAS POR DIOS NO NOS CORRESPONDE HACER JUICIO SOLO NUESTRO AMADO DIOS, ELLOS SON IMPERFECTOS SOLO NUESTRO SEÑOR JESUS ES PERFECTO. YO HE APRENDIDO ATRAVES DEL TIEMPO QUE CUANDO TIENES UN AHNELO O DESEO ORES SIN CESAR EN TODO TIEMPO EN TODO LUGAR NO DESISTA SE PERSEVERANTE HASTA VERLO FISICAMENTE DIOS VE NUESTRA FE Y NOS VA RESPALDAR. PROFETA AMANCIO ES USTED UNA BENDICION Y DOY GRACIAS POR SU VIDA EN EL PODEROSO NOMBRE DE JESUS. AMEN
Mira, no se está criticando, se está aclarando , porque la palabra de Dios , no debe adulterarse , y si no se aclara , Dios nos va a demandar el quedarnos callados ante la mentira que mucha gente influenciada por no conocer bien las escrituras , pueden ser arrastradas a doctrinas falsas y engañadas .
No es cosa de darse duro entre cristianos, es aclarar bien lo que dice la biblia y no tergiversar
No se habla de no orar sin cesar se dice que no somos nadie para demandarle nada a Dios que se haga su santa voluntad, ahora bien si pedimos con fe y es la voluntad de Dios el nos concedera eso que tanto anhelamos, pero no somos quien para andar exigiendole nada a nuestro Dios el es quien da lo que el sabe que necesitamos recordando que no somos merecedores de su gracia y aun asi nos ama nos liberta, nos restaura, nos perdona, nos da su amor y nos defiende de nuestros enemigos, somos el pueblo de Dios y como tal debemos apoyarnos orar unos por otros y estar unanimes, pero ojo sin dejarnos contaminar, porque si un hermano no predica la sana doctrina entonces ahi no podemos estar de acuerdo, Dios los bendiga y los cubra con su manto santo de poder.
Yo lo canto, pero hay una parte que me confunde y trato de cambiar; porque realmente debo arrebatar lo que me pertenece. Pero a quien lo tengo que quitar, no es a Dios, porque él nos da todo conforme a su voluntad. A quien lo debo quitar es al enemigo; porque es el nos roba la grande bendición que NUESTRO PADRE NOS DA. ¡¡¡DIOS ES BUENO EN TODO TIEMPO!!!!!!!!
Yo pienso que nadie está criticando ni ridiculizando a nadie solo se está enseñando el herror en que está cayendo y haciendo caer a otros con esa vana enseñanza a Dios no se le exige,el soberbio exige más el humilde pide.
Mateo7:7
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Salmos10:17
El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú
dispones su corazón, y haces atento tu oído,
Proverbios11:2
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.
Conste que pedirle es también en su voluntad.
Lucas 11:2
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tuvoluntad, como en el cielo, así también en la tierra.