Como ya hemos dicho en muchos otros artículos: «Netflix posee una amplia gama de contenido». Entre ellos cosas que un cristiano no debe ver, desde asuntos inmorales hasta burlas a nuestra fe cristiana. Y otro detalle es, que muchas de esas series y películas buscan que ciertas cosas sean normales para nuestra generación y las que vienen detrás.
Las firmas vía internet desde hace un tiempo han tenido cierta popularidad, aunque no siempre son tomadas en cuenta, pero sí hacen un gran ruido, como lo fue el caso de aquella película que se burlaba de Jesús y los apóstoles; vimos miles de personas firmar, sin embargo, la producción nunca fue eliminada de la plataforma.
En esta ocasión, más de 80 mil personas han exigido que Netflix elimine la película erótica «365 días», ya que dicho material exalta la pornografía, la violación y el tráfico sexual.
Según la descripción que aparece sobre esta película en Netflix, trata de una mujer víctima de un jefe imponente de la mafia, que encarcela a la chica y le da un año para que se enamore de él.
Tim Winter, presidente del Consejo de Televisión para Padres, dijo:
«En un momento en que nuestra nación está enredada en un diálogo sobre la eliminación de los vestigios de la esclavitud y la opresión en Estados Unidos y en un momento en que 4 millones de adultos y 1 millón de niños en todo el mundo son víctimas de explotación sexual forzada, Netflix ha dado su impronta corporativa a la explotación sexual mediante la distribución y el beneficio de una película que pide a los espectadores que se entretengan con ella. Urgimos fervientemente a Netflix para que reconozca su complicidad en el peor comportamiento de la humanidad y elimine esta película tóxica de su plataforma de distribución de inmediato».
Esta producción según Forbes estuvo dominando los 11 días que apareció en el Top 10 con el puesto número 1.
Esta vez no solamente se trata de religión, sino de moral, y temas como la explotación sexual, la pornografía y la opresión. Ya veremos qué sucede más adelante.
En los últimos años, los contenidos de plataformas digitales se han convertido en una gran influencia para las nuevas generaciones. Lo que se presenta como entretenimiento puede moldear pensamientos, valores y comportamientos. Por eso, cuando una empresa tan grande como Netflix permite producciones que normalizan la violencia sexual o la degradación moral, el impacto social puede ser enorme. No se trata solo de una película, sino de los mensajes que se envían a los espectadores sobre lo que está bien o mal.
Muchos padres han expresado su preocupación ante la facilidad con que los jóvenes acceden a contenidos inapropiados, y esto sin controles eficaces. Las peticiones en línea, aunque parezcan pequeñas, reflejan una sociedad que aún tiene principios y que no se queda callada ante lo incorrecto. Así como miles se pronunciaron contra la burla a Jesús, ahora miles más alzan su voz por la dignidad humana y por el respeto a las víctimas de abusos reales. Es un recordatorio de que las plataformas de streaming también tienen una responsabilidad ética.
Como creyentes debemos estar atentos a lo que consumimos y enseñamos a nuestros hijos a discernir lo bueno de lo malo. No todo lo que está de moda edifica; muchas veces lo popular es lo que destruye la conciencia. Por eso, más allá de las firmas o los debates, es importante promover contenido que inspire, eduque y eleve el espíritu. Hay películas y series con valores positivos que pueden ser una alternativa saludable y edificante.
El llamado no es solo para Netflix, sino para toda la industria del entretenimiento y para nosotros como sociedad. Debemos exigir respeto, promover la moral y defender lo que es correcto. En tiempos donde la inmoralidad se disfraza de arte, necesitamos levantar una voz que defienda la verdad y la pureza. Que nuestras acciones reflejen esa responsabilidad y que siempre recordemos que lo que permitimos ver también forma parte de nuestra siembra espiritual y cultural.