Dios está haciendo una obra poderosa en muchos famosos, pero a veces nosotros no permitimos que Dios complete esa obra de la manera que Él cree adecuada. Hoy día tenemos personas que realmente son fieles creyentes y que en un pasado fueron muy famosos y damos gloria a Dios por las vidas de estas personas que Dios ha transformado y que hoy día su principal compromiso es con Dios.
La pregunta de este artículo es: Cuando un famoso se convierte ¿debe tomar el púlpito inmediatamente? La respuesta lógica y obvia es que no. Pero para responder esto de una manera más extensa primero debemos hablar sobre la preparación de una persona de Dios.
El apóstol Pablo, considerado el «gran apóstol», tuvo su tiempo de preparación con el Señor. Y es bueno mencionar a Pablo, porque este también fue muy popular, fue perseguidor de la iglesia, fariseo, instruido por uno de los maestros más prestigiosos de la época. Sin embargo, no vemos a Pablo convertirse y predicar el Evangelio inmediatamente, sino que tuvo un proceso de preparación con el Señor donde el Evangelio le fue revelado.
15 Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
16 revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre,
17 ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.
18 Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días;
19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor.
20 En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento.
21 Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia,
22 y no era conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo;
23 solamente oían decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba.
24 Y glorificaban a Dios en mí.
Gálatas 1:15-24