El cántico es una forma de alabar a Dios. La Biblia nos habla de que fuimos creados para adorar a Dios, y cantarle salmos es una forma de alabar su bendito nombre. A continuación te dejaremos sólo algunos de tantos versículos que existen en la Biblia que nos instan a cantarle al Señor.
Cantar bien
Es muy común escuchar personas decir al tomar una oportunidad para cantar «Yo no sé cantar pero como es para Dios…» dando a entender que no hay que hacer ningún esfuerzo para hacer las cosas bien para Él, cuando la Biblia nos enseña lo contrario;
Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo.Salmos 33:3
Hacedlo bien… No dice «como es para Dios, hazlo como quieras». No. Es bien que hay que hacerlo. Él es Dios, y todo lo que hizo lo hizo bueno. ¿No deberíamos nosotros hacer un esfuerzo para que lo que le vayamos a dar a Él sea algo de calidad?
Cantar bien no solo se trata de entonar correctamente, sino de hacerlo con el corazón lleno de gratitud y reverencia. Dios no busca una voz perfecta, sino una adoración sincera y alegre. Cuando cantamos con amor y entrega, mostramos cuánto valoramos al Creador y cuánto deseamos honrarlo con nuestras acciones. La excelencia en la alabanza demuestra el respeto que tenemos por Aquel que nos dio la vida.
Cantarle al Creador de todo
Dios lo creó todo, por eso debemos cantarle con júbilo.
Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado.
Isaías 44:23
Toda la creación canta al Señor: los cielos, los montes y los árboles. Nosotros, como parte de Su creación, también debemos unirnos a ese cántico universal. Cada amanecer, cada flor, cada ave que canta nos recuerda que la creación entera alaba al Creador. Así también nosotros debemos levantar nuestra voz y unirnos a esa sinfonía divina que exalta a Dios.
Cantarle por Sus grandezas
Luego de la gran proeza de hacer pasar al pueblo de Israel en seco por el mar rojo para librarlo de la mano de faraón, hubo gran regocijo con cánticos y danzas:
Y María les respondía:
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.Éxodo 15:21
Los cánticos nacen muchas veces de la victoria y de las obras grandiosas de Dios. Cada vez que el Señor nos libra, nos sana o nos da una nueva oportunidad, también nosotros debemos entonar un cántico nuevo. La alabanza es una respuesta natural del corazón agradecido.
Cantarle porque Él ha hecho bien
Dios es el que nos sostiene día a día y nos hace bien, por eso debemos cantarle a Él.
Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien.Salmos 13:6
¿Cuántas veces hemos recibido Su ayuda sin darnos cuenta? Cada respiración, cada día de vida es motivo para cantar. Aun en medio de las pruebas, Su bondad se manifiesta, y eso basta para que nuestro corazón rebose de gratitud.
Confesar a Dios a las naciones cantar a Su nombre
Debemos proclamar el nombre del Señor entre las naciones y cantarle a Su nombre.
Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.2 Samuel 22:50
La adoración no debe quedarse encerrada en las paredes de un templo. Cada cristiano tiene la misión de anunciar a Dios a través del cántico y el testimonio. La música es una herramienta poderosa que puede tocar corazones donde las palabras no llegan.
Cántale en tus victorias
Cuando Débora y Barac derrotaron a Sísara, entonaron un cántico a Dios:
Oíd, reyes; escuchad, oh príncipes;
Yo cantaré a Jehová,
Cantaré salmos a Jehová, el Dios de Israel.Jueces 5:3
El canto en la victoria es una declaración de que el triunfo viene de Dios. No se trata solo de celebrar, sino de reconocer que el poder y la gloria pertenecen al Señor. Cada victoria debe traducirse en una alabanza sincera.
Nuestra canción debe ser Él
¿Por qué muchos artistas cristianos componen canciones que hablan sobre nosotros cuando nuestra canción debe ser Dios?
He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí.
Isaías 12:2
Nuestra inspiración debe provenir de Su grandeza, Su amor y Su salvación. Cuando Dios es el centro de nuestras canciones, el mensaje se vuelve eterno, puro y edificante. Él es nuestra melodía, nuestra fuerza y la razón de nuestro gozo.
Conclusión
El canto cristiano no es un simple acto musical; es una expresión de fe y de amor al Creador. Cada nota, cada letra, debe reflejar lo que Dios ha hecho por nosotros. Cantemos con excelencia, con gratitud y con alegría, sabiendo que Él habita en medio de la alabanza de Su pueblo. Que cada día en nuestra vida sea una nueva oportunidad para levantar un cántico al Dios que vive por los siglos de los siglos. ¡Cantemos a Jehová porque Él ha hecho maravillas!
...