Hace más de un año el reconocido cantante cristiano Marcos Brunet, conocido por interpretar la famosa canción «Al que está sentado en el trono» junto a su autor Lucas Conslie dijo que Dios le había dicho que se apartara de las redes sociales, mas este no accedió de inmediato al llamado y tuvo que sufrir las consecuencias según explicó el artista.
Luego de esto Brunet decidió apartarse en su totalidad de las redes sociales, explicando que no le importaba perder seguidores durante ese tiempo sino a cambio iba a ganar discípulos. En ese momento también expresó:
Estoy dispuesto a perder popularidad, para ganar más intimidad. Estoy dispuesto a perder oportunidad de recursos, para ganar tesoros eternos.
Recientemente, luego de un año y cinco meses de haber abandonado las redes sociales, Marcos Brunet publicó en sus redes sociales el anuncio de su regreso a las redes sociales. Expresó que ha vuelto para poder conectar con más personas y poder compartir el evangelio con sus seguidores.
Habló de inaugurar un nuevo tiempo, el cual tituló como «tiempo de mesa», un espacio en el que estará hablando de diferentes temas bíblicos, incluso, comenzó rápidamente compartiendo un podcast de aproximadamente una hora en el que habla con el tema «permaneciendo en las pruebas» al junto de Fer.
Muchos usuarios mostraron mucho entusiasmo expresando gratitud por el regreso del artista a las redes sociales. Sin duda alguna fue una lluvia de buenos comentarios, de alegría, todos expresando que han escuchado sus canciones por mucho tiempo y que en algún momento también han tenido que huir de las redes sociales.
Dinos en los comentarios si también has tenido que abandonar las redes sociales en algún punto de tu vida para poder tener una relación espiritual más cercana con nuestro Señor.
El regreso de Marcos Brunet a las plataformas digitales también ha sido interpretado como una invitación a reflexionar sobre el uso que damos a las redes sociales en nuestra vida diaria. Para muchos creyentes, este tipo de decisiones sirven como recordatorio de que el tiempo invertido en la intimidad con Dios no puede ser reemplazado por la exposición pública, la popularidad o el crecimiento en número de seguidores. Brunet, con su ejemplo, muestra que incluso figuras reconocidas dentro del ambiente cristiano necesitan hacer pausas para escuchar la voz de Dios y reenfocar sus prioridades espirituales.
Su mensaje sobre estar dispuesto a renunciar a oportunidades visibles por tesoros eternos ha resonado fuertemente entre quienes lo siguen desde hace años. Marcos Brunet se ha caracterizado por resaltar la importancia de cultivar una vida espiritual sólida, no solo desde el escenario o los eventos multitudinarios, sino en la intimidad del corazón y de la familia. Esta pausa de más de un año demuestra que su enfoque va más allá de lo musical: se trata de un compromiso profundo con la formación espiritual.
Ahora, con este “tiempo de mesa”, Brunet busca generar un espacio donde las personas puedan sentarse simbólicamente a compartir, conversar y reflexionar sobre temas que afectan la vida diaria del creyente. A través de enseñanzas, conversaciones espontáneas y contenido más cercano, pretende crear un ambiente que invite al crecimiento espiritual y a la restauración de áreas que muchas veces descuidamos por el ritmo acelerado de la vida moderna.
Además, su regreso ha despertado una conversación importante: ¿cómo equilibrar el uso responsable de las redes sociales sin permitir que estas se conviertan en un obstáculo para nuestra intimidad con Dios? La historia de Brunet sirve como ejemplo para recordar que, aunque la tecnología es una herramienta poderosa para evangelizar, también puede convertirse en una distracción que roba tiempo y energía si no se administra de manera sabia.
Por otro lado, muchos seguidores comentaron que la ausencia del cantante les ayudó a entender que incluso figuras espirituales muy activas deben detenerse, respirar y tomar decisiones radicales cuando Dios así lo indica. Esta actitud ha sido vista como un acto de humildad y obediencia, alentando a otros a analizar su propia relación con las redes sociales y el uso que hacen de ellas.
Finalmente, esta nueva etapa representa para el cantante una oportunidad de seguir realizando su llamado: ministrar a través de la música, la enseñanza y la comunicación directa con las personas. Su retorno no solo marca una nueva temporada, sino también un recordatorio de que la vida espiritual exige equilibrio, obediencia y la disposición de escuchar la voz de Dios incluso cuando esto implique alejarse de lo visible para fortalecer lo que nadie ve.