Abraham Piper, hijo del famoso teólogo, predicador y escritor John Piper se ha convertido en una estrella de TikTok. Claro, es un poco extraño leer esto, ya que de los hijos de leyendas de la prédica, no esperamos que se conviertan en estrellas de TikTok, más bien esperamos que con ellos pase algo así como Franklin Graham, quien continuó con el legado de su padre Billy Graham.
Al menos, si un hijo de un predicador de este calibre se vuelve una estrella en una red social como TikTok, podrías pensar: «Bueno, a lo mejor está aprovechando esta red para esparcir el evangelio». Pues no. Los videos de Abraham Piper se ven poco convencionales y en los mismos este critica el evangelismo actual.
La cuenta de TikTok de Abraham Piper cuenta con casi un millón de seguidores al momento de redactar este artículo (950 mil), y algunos de sus videos han alcanzado un millón y dos millones de reproducciones. En uno de sus videos virales dice que la mayoría de los creyentes de hoy predican sobre el infierno, pero no creen en el infierno. Parte de sus declaraciones dicen:
«Si se permiten incluso un simple lujo banal, están demostrando que no creen. ¿Cómo vas a llevar a tu familia al Outback [restaurante] después de la iglesia mientras millones de personas se queman vivas?».
En otros videos también ha hecho críticas sobre la educación cristiana que tuvo de niño, diciendo cómo se les enseñaba que muchas cosas, incluyendo la música, tenían algún mensaje satánico. Lo único que nos queda es orar para que Dios haga su obra.
Abraham Piper no es ajeno a las controversias dentro del ámbito cristiano. Hace años, ya había expresado públicamente su distanciamiento de la fe, situación que impactó fuertemente a su padre, John Piper, quien incluso predicó sobre el dolor que produce ver a un hijo apartarse del evangelio. Con el paso del tiempo, Abraham se ha convertido en una figura que desafía las creencias tradicionales con un tono sarcástico y una postura crítica frente al cristianismo conservador en el que creció.
Su contenido en TikTok va desde reflexiones filosóficas y culturales hasta burlas sobre las prácticas religiosas y el comportamiento de algunos cristianos. En muchos de sus clips, mezcla humor con cuestionamientos profundos sobre la fe, el cielo, el infierno y la interpretación literal de la Biblia. Para algunos usuarios, sus videos son una forma de catarsis o de identificación con experiencias similares dentro de comunidades religiosas estrictas; para otros, son un ejemplo claro de rebelión espiritual.
John Piper, reconocido por libros como Desiring God y por su ministerio enfocado en la soberanía de Dios, siempre ha mantenido una posición firme sobre la importancia de vivir conforme al evangelio. Sin embargo, ha admitido en varias ocasiones el dolor de tener un hijo que no comparte su fe. Aun así, el amor paternal y la esperanza de redención han sido parte constante de sus declaraciones públicas. Muchos creyentes que conocen la historia de la familia Piper expresan oraciones por Abraham, confiando en que, en algún momento, Dios toque su corazón nuevamente.
La popularidad de Abraham Piper en plataformas como TikTok también plantea un debate más amplio sobre cómo las redes sociales se han convertido en espacios donde las personas ventilan sus experiencias religiosas, dudas y conflictos de fe. La exposición pública de temas espirituales, mezclada con la inmediatez y el tono irreverente típico de estas plataformas, genera tanto curiosidad como polémica. Algunos usuarios lo siguen por entretenimiento, mientras que otros lo hacen para confrontar o analizar sus críticas.
El fenómeno de figuras conocidas que se apartan del camino espiritual no es nuevo, pero las redes sociales amplifican su voz como nunca antes. Casos como el de Abraham Piper muestran el poder de la cultura digital para moldear conversaciones sobre religión, fe y autenticidad. Para los creyentes, este tipo de situaciones son una oportunidad para reflexionar sobre cómo comunicar el mensaje del evangelio de manera más efectiva y empática en una era donde las dudas se hacen virales.
En última instancia, la historia de Abraham Piper es un recordatorio de que la fe no siempre sigue una línea recta. Cada persona tiene su propio proceso, y aunque algunos se alejan, el poder transformador de Dios puede obrar en los momentos más inesperados. Oremos por él y por muchos otros que, como él, han decidido apartarse, para que la misericordia del Señor los alcance y puedan volver a experimentar el gozo de la salvación.