Luego del escándalo generado por los polémicos “zapatos de Satanás” creados por el rapero Lil Nas X en colaboración con la empresa MSCHF, la compañía Nike decidió tomar medidas legales firmes para proteger su marca y reputación. La multinacional presentó una demanda contra MSCHF, argumentando que los calzados —basados en el modelo Air Max 97— fueron modificados y comercializados sin su autorización. El caso rápidamente llegó a los tribunales de los Estados Unidos, y finalmente, la justicia falló a favor de Nike, ordenando la suspensión inmediata de la venta de los controvertidos tenis.
El Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York emitió una orden de restricción temporal contra MSCHF, impidiendo que la empresa continúe distribuyendo o vendiendo los zapatos conocidos como “Satan Shoes”. Esta medida responde a la solicitud presentada por Nike, quien alegó que el uso de su logotipo y diseño sin consentimiento podría generar confusión entre los consumidores y provocar un daño irreparable a su imagen corporativa. La decisión judicial exige que se detengan todas las transacciones relacionadas con el producto hasta el 14 de abril, fecha en la que MSCHF deberá comparecer ante el tribunal para responder formalmente a la demanda.
Los tenis, basados en el modelo Air Max 97, fueron alterados con diversos elementos satánicos: el número 666, un pentagrama metálico en los cordones, y una cita del Evangelio de Lucas 10:18: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”. Pero lo que más causó indignación fue la afirmación de que en cada par se había incluido una gota de sangre humana en la suela, un detalle que muchos consideraron blasfemo y perturbador. Aunque MSCHF intentó justificar el lanzamiento como una “obra de arte conceptual”, la reacción del público fue inmediata y contundente, especialmente entre los creyentes y líderes cristianos que denunciaron la acción como una burla a Dios y a la fe cristiana.
Nike, por su parte, insistió en que no tuvo ninguna participación en la creación ni distribución de los zapatos y que la empresa de Brooklyn utilizó sus productos sin autorización. En un comunicado oficial, la compañía señaló que la controversia había afectado negativamente su reputación, ya que muchas personas creyeron que se trataba de una colaboración oficial con Lil Nas X. Según la marca, miles de consumidores expresaron su descontento, llegando incluso a convocar boicots en redes sociales.
“El hecho de que unas zapatillas con nuestro logotipo estén asociadas al nombre de Satanás daña profundamente la imagen y la integridad de nuestra marca. Nike no aprueba ni respalda ningún producto con temática satánica”, expresó un portavoz de la empresa.
La empresa demandada, MSCHF, es conocida por sus proyectos artísticos provocativos y controversiales. En el pasado ya había lanzado productos con mensajes satíricos y ediciones limitadas de objetos cotidianos convertidos en piezas de arte. Sin embargo, el nivel de controversia generado por los “zapatos de Satanás” superó cualquier antecedente. El hecho de incluir símbolos religiosos y referencias demoníacas en un artículo que llevaba el logo de una marca reconocida globalmente fue considerado una provocación intencional.
El tribunal coincidió con los argumentos de Nike, señalando que el uso no autorizado de su diseño podía provocar un daño significativo en la percepción del público. Por ello, la orden judicial no solo exige detener las ventas, sino también prohíbe la entrega de los pares ya vendidos hasta que se resuelva el litigio. Esto representa un fuerte golpe para MSCHF, que había lanzado apenas 666 pares a través de su página web, los cuales se agotaron en menos de un minuto antes de la orden de suspensión.
Esta disputa ha reabierto el debate sobre los límites entre el arte, la libertad de expresión y el respeto a los símbolos religiosos. Para muchos cristianos, el hecho de que se utilicen pasajes bíblicos y emblemas satánicos con fines comerciales o provocativos representa un acto de blasfemia. La Biblia advierte claramente en Efesios 5:11: “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas”.
Por otro lado, defensores del arte experimental sostienen que este tipo de obras buscan abrir conversaciones culturales sobre la moral y la religión. Sin embargo, la mayoría coincide en que este caso traspasó los límites del respeto. Incluso algunas figuras del entretenimiento y del deporte se pronunciaron contra el proyecto, calificándolo de “inaceptable” y “una afrenta a la fe cristiana”.
Mientras tanto, Nike continúa defendiendo su imagen ante el tribunal, y la audiencia programada para el 14 de abril será clave para determinar si MSCHF deberá retirar definitivamente los zapatos del mercado o pagar una indemnización por daños a la marca. De momento, la decisión judicial ha sido celebrada por millones de creyentes y consumidores que consideraban ofensiva la existencia de los “Satan Shoes”.
Este episodio demuestra la importancia de mantener una postura firme frente a los intentos de trivializar o comercializar símbolos espirituales. Más allá del escándalo mediático, el caso sirve como recordatorio de que los valores morales y la fe no deben ser usados como herramientas publicitarias. En un mundo cada vez más confundido, es vital mantener el discernimiento y recordar las palabras de Romanos 12:9: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno”.