En un mundo en decadencia es una enorme noticia ver niños y adolescentes que alaban a Dios, y esto gracias a padres que los instruyen en el camino correcto. Recuerda que no solo los adultos alabamos a Dios, la Biblia declara: «Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya» (Salmos 150:6).
La canción «Aleluya» glorifica a Dios y nos recuerda cuán débiles somos y cómo Dios, siendo nuestro refugio, nos puede levantar.