Marcos Brunet, reconocido salmista, pastor y compositor argentino-brasileño, ha impactado la vida de millones con canciones de adoración como “Digno” y “Al que está sentado en el trono”. Sin embargo, recientemente sorprendió a sus seguidores al anunciar que se retirará temporalmente de las redes sociales, obedeciendo una dirección que —según afirma— Dios le dio hace varios años.
En un video compartido en su cuenta oficial, Brunet explicó que hace tiempo el Señor le había pedido que hiciera una pausa digital, pero no obedeció en ese momento. “Dios me dijo que me desconectara de las redes por un tiempo, pero no lo hice”, confesó el adorador. Esa desobediencia, según relató, le trajo consecuencias espirituales y emocionales que lo llevaron a un punto de agotamiento y reflexión profunda. “Por no haber obedecido al llamado, pasé por situaciones adversas que me costaron mucho superar”, añadió con honestidad.
El artista explicó que esta decisión no está motivada por un rechazo a las redes sociales en sí, sino por un deseo de obedecer plenamente la voz de Dios. “Estoy obedeciendo ese sentir, ofreciéndole al Señor salir de las redes sociales”, expresó. Dejó claro que el problema no son las plataformas digitales, sino el lugar que ocupan en la vida de cada creyente. “El secreto no es dejar las redes sociales, es escuchar y obedecer lo que el Señor te esté pidiendo”, enfatizó.
Brunet reconoció que al hacerlo podría perder seguidores, pero afirmó que su prioridad no es la popularidad, sino la intimidad con Dios. “Estoy dispuesto a perder popularidad para ganar más intimidad. Estoy dispuesto a perder oportunidades de recursos para ganar tesoros eternos”, declaró. Estas palabras reflejan una convicción firme de poner la obediencia espiritual por encima de cualquier beneficio material o mediático.
Su mensaje también pone en evidencia una realidad que muchos creyentes enfrentan hoy: la dificultad de mantener un equilibrio entre la exposición digital y la vida espiritual. Las redes sociales, aunque pueden ser una herramienta poderosa para evangelizar y compartir el Evangelio, también pueden convertirse en una distracción o en un terreno de vanagloria. Brunet reconoce ese peligro y prefiere hacer un alto para reenfocarse en lo esencial: su relación con Dios.
El adorador, fundador del ministerio Toma tu Lugar, ha sido una figura influyente en la música cristiana contemporánea. Su ministerio se ha caracterizado por inspirar a miles a buscar la presencia de Dios con canciones centradas en la adoración y la santidad. Por eso, esta decisión ha generado tanto apoyo como reflexión entre sus seguidores, quienes ven en su acción una muestra genuina de humildad y obediencia.
En una era donde la visibilidad digital suele confundirse con éxito ministerial, las palabras de Brunet invitan a una evaluación personal. Muchos cristianos utilizan las redes para servir y predicar, pero el mismo Brunet recuerda que la verdadera medida del fruto espiritual no está en los seguidores, sino en la intimidad con Dios. Su decisión también pone sobre la mesa la necesidad de tiempos de retiro espiritual, tal como Jesús lo hacía para orar y renovar fuerzas.
El gesto de Brunet ha sido recibido con respeto por colegas y admiradores, quienes reconocen el valor de apartarse de algo tan central en la vida moderna para buscar la dirección divina. En sus propias palabras, este es un acto de fe: “Estoy haciendo esto porque quiero volver a escuchar claramente la voz de mi Padre. No quiero depender de la aprobación de nadie más”.
Más allá de su ausencia temporal, Brunet aseguró que este tiempo será de renovación espiritual y crecimiento personal, un retiro para “reencontrarse con la fuente”. Su mensaje final es una exhortación para todos los creyentes a obedecer la voz de Dios, aun cuando cueste. “Si Él te pide algo, hazlo. Aunque no lo entiendas ahora, Su propósito siempre es mayor”, concluyó.
Sin duda, esta pausa marcará una nueva etapa en el ministerio de Marcos Brunet, recordándonos que el éxito verdadero no se mide por la cantidad de vistas o seguidores, sino por la capacidad de escuchar y obedecer la voz del Señor. En tiempos donde la distracción digital reina, su decisión es un testimonio vivo de que la intimidad con Dios vale más que cualquier aplauso virtual.