El tema del odio que muchos han mostrado hacia Chris Pratt por sus creencias cristianas se ha convertido en una verdadera novela en los últimos días, generando un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación. Este episodio nos lleva a reflexionar sobre la sociedad actual: vivimos en un mundo en el que, si no piensas como cierto grupo o no encajas en su narrativa, automáticamente eres etiquetado como alguien lleno de odio o intolerancia. Paradójicamente, esa misma intolerancia proviene muchas veces de quienes predican la aceptación y la diversidad.
Todo comenzó cuando usuarios de redes sociales criticaron duramente al actor por sus convicciones cristianas, acusándolo de pertenecer a iglesias “conservadoras” o “anticomunidad LGBTQ+”. A pesar de que Pratt ha aclarado en varias ocasiones que su fe se basa en el amor y el respeto hacia todos, la polémica no tardó en escalar. Sin embargo, muchos actores, colegas y figuras públicas se han levantado en su defensa, recordando su carácter amable, su ética de trabajo y su autenticidad.
Entre las figuras que se pronunciaron a favor del actor se encuentran varios de sus compañeros de la exitosa franquicia Los Vengadores, como Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Zoe Saldana y James Gunn. Pero también se sumó un nuevo aliado: el reconocido actor Terry Crews, conocido por su papel en la popular serie Everybody Hates Chris y por ser una voz influyente en temas sociales y familiares dentro de Hollywood.
Crews, quien también ha declarado abiertamente su fe cristiana en varias entrevistas, expresó su apoyo hacia Pratt a través de sus redes sociales, publicando un mensaje que rápidamente se volvió viral:
Dios te bendiga Chris Pratt, por tener tu propia mente y tus propias creencias.
Su publicación, lejos de calmar los ánimos, provocó una nueva ola de ataques. Muchos usuarios criticaron a Crews, acusándolo de “defender el fanatismo” simplemente por apoyar el derecho de Pratt a tener sus propias convicciones. El actor, sin embargo, no se retractó y mantuvo su postura firme, reafirmando su fe y su compromiso con la libertad de pensamiento.
Las redes sociales, aunque se presentan como espacios de libertad, se han convertido en escenarios donde abunda la intolerancia y el doble discurso. En teoría, se promueve el respeto y la diversidad de ideas, pero en la práctica, quien se atreve a tener una opinión distinta o a expresar públicamente su fe cristiana es marginado o atacado. Como bien señaló Crews en otras ocasiones, “vivimos en una cultura donde el perdón y la empatía parecen haberse perdido”.
Nos alegra ver que, a pesar de la presión mediática y los ataques en línea, personalidades influyentes se han unido en defensa de Chris Pratt. Su valentía ha servido como inspiración para otros creyentes que también sienten el peso de la crítica pública por vivir su fe abiertamente. Sin embargo, es evidente que el camino que ha decidido recorrer no será fácil, especialmente en una industria donde predomina una ideología que muchas veces choca con los valores cristianos tradicionales.
El caso de Pratt pone sobre la mesa una discusión necesaria: la verdadera libertad debe incluir el derecho a creer en Dios y a expresar esa fe sin miedo a ser ridiculizado o cancelado. La fe cristiana no debería verse como una amenaza, sino como una fuente de esperanza, amor y propósito. Hollywood, y la sociedad en general, tienen la oportunidad de demostrar que la diversidad no consiste únicamente en aceptar ciertas ideas, sino en respetar todas las voces, incluso las que no coinciden con la corriente dominante.
En definitiva, lo ocurrido con Chris Pratt y Terry Crews es un recordatorio de que los cristianos estamos llamados a mantenernos firmes, aunque el mundo nos juzgue. Jesús ya lo advirtió en Juan 15:18: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros”. Que estos casos nos animen a seguir compartiendo la verdad con amor y sin temor, recordando que el mensaje del evangelio sigue siendo luz en medio de la oscuridad.