La canción Muéstrame tu gloria de Jotta A ha sido muy popular y es muy escuchada y cantada en muchas congregaciones, conciertos, hogares, etc. Pero ¿has estudiado la historia en la que está basada esa canción? Esa historia la puedes encontrar en 2 Samuel 2:1236 y a continuación destacaremos los puntos más importantes de la misma.
1- Los hijos de Elí eran hombres impíos (Ofni y Finees)
Estos jóvenes, aunque estaban dedicados a ser sacerdotes de Dios, no tenían una relación personal con Él, sino que fueron corruptos y solo buscaban su propio beneficio.
Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
1 Samuel 2:12
El versículo anterior nos deja en claro que estos hombres eran impíos. Una persona impía solo piensa en hacer daño y sus pensamientos van de continuo al mal.
2- No hacían sacrificio a Dios
Estos jóvenes no ofrecían ningún tipo de sacrificio a Dios, sino que siempre estaban en desobediencia. Ellos tomaban las mujeres que querían, tomaban la carne y la comían como ellos querían.
Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes;
porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.
1 Samuel 2:17
Dios estaba airado con estos dos jóvenes ante la desobediencia de ellos, su pecado era muy grande ante los ojos de Dios. Ellos ignoraban la ley y hacían cuantas cosas querían. Recuerda: Dios no se agrada de las personas desobedientes.
3- Un varón de Dios vino a Elí
Este hombre que vino a Elí. llego con palabras de Dios para él y su familia. Esto debido a todo lo que sus hijos estaban haciendo delante de Dios, y llegó el día en que Dios envió palabras que que sepan que Él es Dios y Él ve todas las cosas.
¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas,
que yo mandé ofrecer en el tabernáculo;
y has honrado a tus hijos más que a mí,
engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?
1 Samuel 2:29
Aquí podemos ver claramente que Dios había entregado todo a Elí en cuanto a hacer buen sacrificio delante de Él, e instruir a todo el pueblo por el buen camino, pues era muy notable lo que Elí había hecho delante de Dios, este hombre había honrado más a sus hijos que a Dios, y es por eso que sus hijos no le escuchaban.
4- Dios devuelve su promesa (con Elí)
En el versículo 30 vemos una declaración que el mismo Dios había hecho anteriormente a este hombre llamado Elí, pero luego vemos cómo Dios devuelve en plan que tenía con toda la familias de Elí.
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice:
Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente;
mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga,
porque yo honraré a los que me honran,
y los que me desprecian serán tenidos en poco.
1 Samuel 2:30
Por el pecado de sus hijos pues pagaron todos, porque todo lo que Dios le había prometido cayo. Dios le advirtió, la ley estaba delante de ellos para ser cumplida, pero no fue así. Mas bien desobedecieron a Dios.
5- Dios trae juicio a la casa de Elí
Dios no puede ser burlado, el hombre cree que Dios no le está mirando desde los cielos.
Verás tu casa humillada,
mientras Dios colma de bienes a Israel;
y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa.
1 Samuel 2:32
Esta fue la condenación para toda la familia de Elí: «Verás tu casa humillada». Esto mientras el pueblo de Israel sería bendecido.
6- Todo le fue quitado a Elí, hasta sus vida
Toda la casa de Elí fue humillada, incluso él mismo Dios dijo: todos los que naciesen morirán.
Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos,
Ofni y Finees: ambos morirán en un día.
1 Samuel 2:34
Por el pecado de estos jóvenes, todos los de la casa de Elí padecieron el juicio de Dios.
7- Los que quedaron de la casa de Elí padecieron probreza absoluta
Dios le dijo a Elí que luego de raer gran parte de la casa de Elí, aquellos que hayan quedado, padecerían necesidad económica:
Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me agregues a alguno de los ministerios, para que pueda comer un bocado de pan.
1 Samuel 2:36
Conclusión
La historia de Elí, sus hijos y el juicio de Dios no solo es un relato antiguo, sino una advertencia viva para nuestros días. La canción “Muéstrame tu gloria” nos recuerda el anhelo de ver a Dios, pero también debemos entender que Su gloria no desciende en medio de la desobediencia y el pecado. Ofni y Finees tenían una posición sagrada, pero su corazón estaba lejos de Dios. Elí conocía la verdad, pero permitió que el pecado habitara en su casa antes que corregir con firmeza.
Dios es misericordioso, pero también es justo. Él honra a los que le honran, pero los que le desprecian serán tenidos en poco (1 Samuel 2:30). Esta historia nos enseña que no basta con estar cerca del templo, servir en el altar o conocer la Palabra; lo que Dios demanda es obediencia genuina y un corazón que lo honre por encima de todo, incluso por encima de la familia, del ministerio o de los propios deseos.
Así como la gloria de Dios se apartó de Israel por causa del pecado (1 Samuel 4:21, Ichabod: “La gloria se ha ido”), también puede apartarse de nuestras vidas si menospreciamos Su presencia. No podemos cantar “Muéstrame tu gloria” sin entender que Su gloria requiere santidad. Dios no comparte Su presencia con corazones rebeldes; pero cuando hay arrepentimiento genuino, Él es fiel para restaurar, perdonar y volver a manifestarse.
Que esta historia nos lleve a reflexionar: ¿estamos honrando a Dios o estamos tolerando el pecado? ¿Queremos Su gloria sin obediencia? Recordemos que Dios sigue buscando hombres y mujeres que lo honren de verdad, que vivan en integridad y que deseen Su presencia más que cualquier título, posición o reconocimiento humano. Solo así podremos ver Su gloria manifestarse en nuestras vidas, en nuestras familias y en la iglesia de Cristo.
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