A nuestro Dios debemos dar siempre alabanzas, porque Sus hechos poderosos nos han sostenido día tras día, Su poder nos cuida y nos guarda, Sus hechos poderoso han dado a conocer que el Señor nos sostiene, por lo tanto debemos reconocer que no hay un Dios como Él.
Su poder se ha manifestado de generación en generación, Sus obras han dado visibilidad de lo majestuoso que es nuestro Dios poderoso, arrodíllense tierra y mar, todos los pueblos, tribu y lengua, reconozcan el poderío y la gloria de Dios que vive por los siglos de los siglos.
Imagine el momento tremendo que vivió el pueblo de Israel cuando Dios le habló, fue algo tan poderoso que ellos no soportaron, tuvieron que decirle a Moisés que hablara él con Dios porque ellos no soportaban este poderío. Este es nuestro Dios, alabemos Su nombre por siempre y para siempre.
1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.
2 Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza.
3 Decid a Dios: !!Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.
4 Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. Selah
Salmos 66:1-4
En los versículos anteriores podemos ver la expresión de este salmista, dando alabanzas y reconociendo que las alabanzas y las adoraciones pertenecen a Dios, y es por eso que nos dice que invoquemos el nombre de Dios, que cantemos alabanzas y que cantemos a la gloria de Su nombre, porque Sus obras son poderosas y debemos reconocerlas delante de toda la tierra, Su poder es inalcanzable y su misericordia infinita. Dios es poderoso, alabemos Su Santo Nombre para siempre.