Que la desesperación no nos impida alabar a Dios

Hermanos y amigos, tengamos algo muy en cuenta y es, que aunque la situación esté como esté, debemos alabar a Dios porque Dios tome el dominio y el control de todas las cosas, por eso les exhorto a que no dejemos que se vaya esa paz que siempre nos ha sostenido. Alabemos a nuestro Dios que es poderoso para ayudarnos a pasar cualquier problema o circunstancia en nuestras vidas.

Si ves que llega a tu vida un problema, ese es el momento de actuar en el Señor, ¿de qué forma? Orándole a Dios porque solo Él te puede dar la salida a tu problema. Recuerda que Dios vive y reina para siempre y Él conoce todas las cosas, ante todo canta lleno de alegría a Dios, alaba Su Santo Nombre, porque muchas cosas pasan cuando cantas para Él, Dios se mueve en medio de la alabanza.

Que nada te impida alabar a Dios porque somos fuertes en el Señor, porque Él se glorifica en nuestra debilidades, alabemos a Dios por este hecho maravilloso en nuestras vidas. Dios es poderoso y sublime.

¿Quién pasó una calamidad tan grande como la que pasó este hombre justo llamado Job? Este hombre, a pesar de esa gran prueba, se mantuvo confiando en el Señor, adorando el nombre del Señor, no dejó de glorificar el nombre de Dios por lo que estaba aconteciendo.

20 Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,

21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá.
Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

Job 1:20-21

La Biblia habla de las pruebas por las que este hombre estaba pasando, un hombre que era el más rico en ese entonces, pero esto era una excusa del enemigo para decir que este hombre solo servía a Dios por las bendiciones que recibía, por eso Satanás pidió a Dios quitarle todo, queriendo demostrar que Job no le iba a ser fiel en la escasez.

Pero Job tenía algo claro, y es que nada trajo a este mundo y nada se iba a llevar. Por eso, si Dios dio y también quitó, entonces sea bendito el nombre de Dios.

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Venid ante su presencia con regocijo y con cánticos del corazón
Alabemos y cantemos a Dios, porque de Él viene nuestro cuidado
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