Cantemos al que vive en las alturas de los cielos, todos los seres creados por Él declaremos su Nombre sobre todo nombre, cantemos con alegría y con un corazón decidido en el Señor.
Seamos gratos delante de Dios, demos voces al que vive por los siglos de los siglos, honremos a Dios. Ante su presencia no podemos estar en pie, ante su gran poder debemos estar de rodillas.
Él es quien cabalga sobre los cielos de los cielos, a Él sea toda honra, imperio y honor. Dios grande y fuerte, declaremos ante Él su Nombre todos su santos.
En el libro de los Salmos podemos ver el reconocimiento que hace el salmista David al Señor, dando todo honor y toda la gloria, ya que suya es. Pero veamos qué nos dice en el verso 4 del capítulo 68.