¿Has escuchado el himno de Israel? Parte de sus letras dicen: «No se habrá perdido nuestra esperanza; la esperanza de dos mil años, de ser un pueblo libre en nuestra tierra: La tierra de Sión y Jerusalén. De ser un pueblo libre en nuestra tierra: La tierra de Sión y Jerusalén».
El pueblo de Israel sufrió el yugo de Egipto y estuvo cautivo varias veces a través de los años, mas hoy pueden cantar de su libertad. ¿Y cuántos más pueden cantar de su libertad al ser salvados por la sangre que pesa más que la de Abel? Cristo nos ha hecho libres, y podemos cantar libertad gracias a ese enorme sacrificio en la cruz.