Con cánticos de alabanzas vendré delante de mi Señor, le adoraré y exaltaré su Santo y bendito nombre, con mi corazón daré cosas buenas para Dios. Mi boca y mi corazón estarán dispuesto a rendir toda adoración a Dios.
Ante su presencia y majestad le exaltaré, pronunciaré Su palabra y Su gloria por todas las naciones, para que todo ser se rinda delante de Él y pueda dar alabanzas al Dios Todopoderoso.
Pero daré alabanzas de mi corazón con regocijo, porque en Su presencia hay plenitud de gozo y todo lo que vaya a salir de nosotros sea con regocijo para nuestro Dios. Dios es quien nos viste de alegría y su victoria sobre nosotros esta. Por eso alabemos Su santo nombre.
Me gozare en el Señor y sólo a Él daré mi mejor alabanza, solo a Dios daré cántico nuevo y mi boca no callará delante de Él porque sus obras son maravillosa y su poder y su amor nos sostienen, oh demos gracias a Dios por este hecho, por esta maravilla de ser sus hijos.