He tenido momentos en el que veo muchas personas con discapacidad física que están cantando para el Señor, ellos sirven a Dios con el amor que si estuvieran bien de todo su cuerpo. Esto es muy bueno, cuando aún nuestros impedimentos físicos no nos detienen que alabemos a Dios.
También me encontrado con muchos que ni siquiera agradecen a Dios por los momentos de dificultad que tienen, ni cantan, ni alaban Dios en sus momentos malos y de discapacidad, pero todos debemos dar gracias a Dios por todo y glorificar a Dios por encima de todo lo que nos pueda pasar, por lo que nos pasó. Dios es bueno.
De Dios es la gracia si tú en tu vida sana cantabas a Dios con todo tu corazón, pero que mediante el camino pasaste o estás pasando por un proceso de salud que no te permite adorar a Dios como lo hacías antes de enfermar. Pues quiero decirte que eso no debe detenerte a que sigas enalteciendo a Dios así como lo hacías antes. Recuerda que el proceso y la dificultad no dura para siempre, el Señor está contigo como poderoso gigante. Canta a Él, rinde todo y muchos verán que alabas al Señor hasta en tu peor momento.
...