Las alabanzas para nuestro Dios no se pueden apagar, porque donde quiera que te encuentres puedes alabarle y bendecir Su Santo nombre por siempre y para siempre, alabar, cantar para Dios hace que tu día sea más alegre y quita todo los obstáculos que el enemigo quiera poner delante de ti.
Alabar a Dios hace que todo tu entorno sea diferente, así también las personas que están a tu alrededor pueden escuchar las maravillas de Dios a través de tu cántico. Hay personas que también están pasando por momentos duros, y puede ser que escuchen tu cántico y también se unan a ti en ese cántico.
No hay nada más lindo que cantar al Señor, no solo cuando Dios te da la victoria, sino cantar también antes de obtenerla. No nos olvidemos que de Dios es que viene la victoria, solo de Él, por eso cantemos en todos los lugares porque no sabemos en qué lugar estaremos cuando Dios nos dé la victoria.
El pueblo de Israel no recibió la victoria cuando salió de Egipto. Ellos la recibieron al cruzar el mar rojo en seco, y esta es la verdadera victoria que da el Señor para que tengamos descanso en Su presencia.