¡Oh Señor! A Ti cantaré con todo mi corazón, Tú has sido bueno y maravilloso para nosotros, por eso cantaré de Tu gloria y majestad.
Tu gloria es exaltada por todo lo alto, porque Tú Señor me has salvado, por eso Te alabo, eres un Dios de salvación que debemos honrar con nuestras mejores alabanzas.
Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día.
Salmos 71:8
Que nuestras bocas sean llenas de palabras sabias y de poder, palabras que se engrandezcan el nombre de Dios, que Él reciba la gloria y nuestras alabanzas salgan de nuestros corazones, porque Dios es merecedor.
No nos cansemos de alabar su nombre, que día tras día podamos expresar cuán bueno y maravilloso es Él, que demos nuestra mejor adoración al Señor.
No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Salmos 71:9
Pidamos siempre con humildad del corazón, que no desesperemos porque nuestro pedido puede estar en proceso de ser contestado bajo la voluntad de Dios.
El salmista pide a Dios no le deseche cuando lleguen sus últimos días en la tierra, que no lo desampare cuando se acaben sus fuerzas.
Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.
Salmos 71:14
Podemos esperar en el Señor y no desesperar porque Dios sabe todos nuestros planes, Él conoce cuándo es el tiempo adecuado, porque Él es el dueño de todo. Solo espera en Él, solo alaba su nombre. Cuando pidas no recuerdes al Señor lo que pediste, solo dale gracias Sus Palabras son fieles y verdaderas porque Sus promesas las cumple en Su tiempo. Por eso es bueno que con tu boca alabes más y más a Dios.
Recuerda algo importante, cuando pidas algo al Señor, solo espera en Él, no desmayes solo confía, alaba Su nombre para siempre. Amén.