Todos tenemos un mandato para predicar el evangelio, pero, hay otro mandato que todos también tenemos: «Adorar a Dios». El que no cumple el mandamiento de predicar el evangelio ciertamente es un necio, pero el que no cumple el mandamiento de adorar a Dios simplemente necesita hacer un ajuste en su vida espiritual.
Existen un sinnúmero de versículos de la Biblia que nos mandan a adorar a Dios. Hay uno de ellos que dice:
Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.
Salmos 150:6
Todo lo que respire tiene un mandato de adorar al único Dios verdadero, todo ser viviente tiene ese mandamiento y nosotros como cristianos debemos comprender ese llamado en su plenitud.
¿Existen personas muertas dentro de la iglesia? Por supuesto que sí, pues, una persona que esté dentro de la iglesia y no exprese adoración plena a Dios es un cristiano que necesita urgentemente comprender su llamado.
A veces pensamos que a la hora del servicio los encargados de adorar son el grupo de adoración, y nos distraemos en otras cosas, y ciertamente esto es un error en muchas iglesias, ya que tanto el grupo de adoración como los hermanos que están en los asientos tienen la responsabilidad de adorar a Dios.
La Biblia nos habla de que Dios busca verdaderos adoradores que le adoren en espíritu y verdad, y un adorador que adore de esta manera es que Dios busca, es un adorador que mantiene esa alabanza sincera en sus labios independientemente que esté o no en una plataforma.
Hermanos, adoremos al único Dios verdadero en todo lugar, en todo momento, perfumemos su trono con nuestra alabanza, ya que esto es simplemente un ensayo para cuando estemos adorando a Él por toda una eternidad.