La Biblia no tiene prohibiciones sobre el uso de los instrumentos, más bien sí nos revela un sinnúmero de instrumentos con los cuales podemos alabar a Dios y también nos dice: todo lo que respire alabe a Jehová. Al día de hoy algunas denominaciones tienen restricciones sobre los instrumentos que se deben usar en la iglesia, convirtiendo estas leyes en un principio, como si fuese algo sacado de la Biblia. Debemos tener mucho cuidado en esto, en añadir cosas a las Escrituras.
El Salmo 150 dice:
Alabad a Dios en su santuario; Alabadle en la magnificencia de su firmamento.
2 Alabadle por sus proezas; Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.
3 Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa.
4 Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas.
5 Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo.
6 Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.
Entre muchas iglesias evangélicas al día de hoy se lleva una lucha de cuales son los instrumentos con los que tenemos que alabar a Dios. Unos dicen que es pecado tocar la batería, otros no usan la guitarra y otros usan todos los instrumentos que sean necesarios. Realmente como escribimos más arriba, no hay prohibiciones en las Escrituras sobre cuales instrumentos musicales tocar. Muchas veces nos envolvemos en guerras teológicas que no tienen ningún sentido y que al final no nos edifican absolutamente en nada y esto debemos de evitarlo.
Toda nuestra música debe ser con orden, independientemente los instrumentos que estemos utilizando, pues se da el caso que en algunas congregaciones usan ciertos instrumentos de manera inapropiada, pues comienzan a tocar a una velocidad que muchas veces parecen «fiestas de palo» (fiestas al demonio) y en esto debemos de ser bastantes prudentes.
En conclusión decimos: Todos los instrumentos son buenos para alabar a Dios y las Escrituras nos dicen de manera generalizada: Todo lo que respira alabe a JAH.